Detectar y
detenernos en el momento del quiebre territorial.
El acantilado y su constante
diálogo con el mar.
El agua avanza y cubre, se
retira y se descubre la superficie que cambiará en cada instancia en que el
agua la vuela a tocar. Es ella quien moldea la tierra.
Indagar y fluir en el
territorio como si fuéramos parte del mar en pleno contacto con la masa
continental.
Desfasar el acantilado, socavarlo,
desarmarlo, desglosarlo desde su verticalidad y su horizontalidad y
reconstruirlo desde un lugar de pertenencia generando una instancia propia
entre el acantilado y el agua. Apropiarnos del no lugar mediante la permanencia
en el borde para poder recorrer, contemplar y vivir el acantilado junto al mar
valorizando su naturalidad en los interiores de la obra arquitectónica.
En este trabajo se ven cosas muy interesantes, como el detalle en la resolucion de algunas cosas.
ReplyDeletea que te referís con "cosas"?
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