Thursday, April 12, 2012

MUSEO MEMORIAL MALVINAS Plaza-Rosetti

Los he visto borroneados en la niebla
ocultándose del trueno
iluminados por el estallido
estremecidos por los latigazos
del viento y de las tripas
Rostros de la intemperie
Rostros mugrientos y sin ojos
Rostros sin rostro que aún esperan
dejar de partir siempre dejar
de sentir el hambre que los come.

    De Memoria del fuego (1986, Galeano)
Malvinas, antes de ser tierra, es parte de nuestra historia; la historia pisa más que el paisaje. 
El inconsciente colectivo de Malvinas es mucho más fuerte que sus solitarias llanuras; sus rocosas montañas, o su húmeda tierra blanca. Es más que eso. Es el lugar donde fueron a morir, 
y  a sobrevivir los vencedores que ya estaban vencidos. Merecen ser recordados, valorados…

"Pedro podría haber esquivado la batalla, pero en cambio peleó solo y a muerte, y es triste que su nombre no sea conocido y honrado como merece"
Hugh Bicheno (historiador británico-estadounidense)

Los chicos de Malvinas lucharon una guerra perdida; de algún modo no murieron en vano, ya que sin darse cuenta, en medio de tanto horror, la ofrenda de sus vidas generó la indignación y el impulso que permitió la definitiva caída de la dictadura y el compromiso de la sociedad con la democracia como sistema y modo de vida.

Pasaban frío, necesidades y muchas incomodidades. Pero se la bancaban. Yo los vi pelear con mucha fiereza y voluntad.
Diego Pérez Andrade (Periodista que cubrió la guerra)


El pasado está siempre presente, con todo su dolor sin sentido.
Trabajar con el pasado y el presente, dos tiempos conviviendo en un mismo espacio, mostrar la dualidad entre la verdad y la mentira, la claridad y la oscuridad:
las llanuras iluminadas y las trincheras oscuras.

Pensamos en el análisis de panóptico de Foucault como metáfora de la idea de control y autocontrol a la que aspira el autoritarismo. Se nos ocurre que el miedo podría estar expresado en un espacio que evoque ese panóptico, y que transmita el escondite de lo real situado bajo las tierras de Darwin, pero a la vez que se encuentre atravesado con algo que lo rompa, algo que resulte liberador, esperanzador a futuro.

La luz del presente que ilumine el pasado. La luz de la verdad.
El pasado enterrado, evocando lo que vivieron en ese momento, poniendo en la piel de los soldados a quien recorre este espacio tortuoso, de control;  y el presente, con la idea de panóptico, obligando a  observar  este pasado desde la reflexión, desde cualquier punto .

El Museo Memorial de Darwin está enterrado como fue enterrada la verdad en esta época; como un refugio; que sale a la luz rompiendo la tierra, en una explosión que vislumbra.
Este oscuro espacio enterrado del pasado se ve liberado por algo ajeno a esa realidad, un quiebre, una grieta inaudita que funcione como una vía de escape, como una salida hacia la luz que se eleva sobre el cero y logra la salvación de ese autoritarismo.
Un elemento salvador que logre la libertad.
Un nuevo espacio lleno de luz que conecte el exterior con el interior, ese espacio con tanto peso de historia que amenaza tan solo con sentir el espacio, que encoge el espíritu, donde la soledad penetra dentro del cuerpo y el alma, aquella soledad con la que miles de soldados argentinos aprendieron a convivir, perdiendo el temor que la mayoría de las personas tienen a estar solos en un lugar desconocido. Ellos aprendieron y ahora son maestros. Nosotros debemos aprender.


“Cuando nos sentimos solos, cuando no tenemos esperanza, lo que queremos hacer es ir a la izquierda o a la derecha. No queremos sentarnos y sentir lo que estamos sintiendo, y sin embargo,  el camino del medio nos anima a hacer eso. Nos anima a despertar l a valentía que existe en cada uno de nosotros, sin excepción.”
Pema Chödron

2 comments:

Anonymous said...

muy buena la explosion de luz

Anonymous said...

http://www.youtube.com/watch?v=w78vQV3k1Cc