La
vastedad que representa al lugar es el reflejo de su inmensidad que funciona
como sostén de lo particular, generando una dilatación espacial, que a su vez
es contorno de los límites que impone. Lo particular, puede existir solo en lo
inmenso, en un lugar donde haya mucho con qué compararse y así poder
diferenciarse cada vez más y resaltarse del resto, para conformar los distintos
universos de cada forma de vida en particular, conformando un universo que
necesitan los seres que lo habitan para poder figurar como tal.
La dilatación del espacio es captada en dos
puntos imprescindibles. El primero es el que funciona como contorno, como
sostén y como aquel que posibilita la vida, en tanto, que el segundo es el que
hace existir al espacio, dotándolo de particularidad, es lo que lo hace un
espacio per se solo por darle una función: la del sostén. Así en el modelo o
maqueta, la dilatación tiene dos caras, lo inmenso, que no podría ser descrito
por no tener l{imites, los cuales solo se le imponen una vez que tiene una
función para un otro, el cual, lo necesita y también es dilatado, porque las
sumas de las partes generan la sensación de vida simultánea, que tiene sus
l{imites internos establecidos por el espacio donde permite que cada uno se
adapte a determinado lugar y a la vez los protege dentro de este. Así es como
los opuestos solo pueden describirse en función del otro, la vida se realiza en
un espacio que le sea formidable y el espacio se define y se caracteriza por
las particularidades de la vida.
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