Empecemos por el principio
En un capitulo de “Punto y línea sobre el plano” Kandinsky explora el origen de la expresividad del punto. Elemento mínimo, punto de partida de la expresión, se basa en su conformación, en como esta hecho, en su factura. La idea de materialidad surge con fuerza de la descripción que hace de las distintas técnicas y sus diferentes posibilidades tectónicas. Así nace el lenguaje, de la materia, de su interacción con otras y de las lecturas que se hace del hecho. Desarrolla entonces la capacidad expresiva en función de su factura.
Mampostería, hierro, madera, hormigón, cada material tiene su virtud y su debilidad. La economía de su forma expresa la exigencia y a partir de ella la capacidad de elaborar un lenguaje a través de la expresión de su rol, de la función que cumple, si soporta, si cierra, si separa, si cuelga, de su ineludible interacción con otros factores de expresión. Conociendo los materiales y sus técnicas se domina la forma y con ésta, la expresión.
El drama de ser o no ser.
Así la materialidad, elemento base del lenguaje, surge de cómo los materiales ponen en juego sus capacidades tectónicas, su interacción. Pero todavía no hay arquitectura, hay actores, hay lenguaje, pero no hay texto. Aquí cabe otra comparación: drama en su acepción original del teatro griego es la tensión que debe tener el desarrollo de la escena, siendo comedia si termina bien, tragedia si termina mal, pero toda obra debe tener drama. La arquitectura también debe desarrollarse en un escenario con actores, iluminadores, escenógrafos, vestuaristas, tramoyistas, etc. y también es esencial un texto.
Un buen actor depende de muchas cuestiones, si da el rol, si tiene la voz, si puede expresar lo que se necesita para su papel. Ser dúctil es una virtud, pero si el encasillamiento es un buen negocio no siempre es buena actuación. Cuantas veces vimos a Jack Nicholson en vez de ver al personaje, cuantas veces veremos el hormigón en vez de la composición arquitectónica. En el ex Banco de Londres la actuación de la estructura/Jack/hormigón tuvo un texto y una dirección (el arquitecto Agostini) que contuvo la sobreactuación, le dio un cause que no solo permitió lucir el texto arquitectónico, también se disfruta mejor esa actuación del actor. Pero en la Biblioteca Nacional se nota su ausencia y estructura/Jack/hormigón se traga todo. La arquitectura tampoco puede ser sólo un actor gesticulando en escena, aunque esté iluminado, vestido y maquillado sobre un escenario, si no hay un texto que representar habrá un acto pero no hay teatro.
El tamaño importa.
Hay una escala, una relación, entre el tema de la obra y sus actores. Un tamaño de escenario, una cantidad de actores, que dependen de la complejidad del drama, del texto. Y siguiendo con las comparaciones en la música (clásica), la de Cámara se diferencia de la Sinfónica por eso mismo: la primera es para ser tocada en un Cámara o Salón, no hay mucho público y no supera el sexteto, a veces son solo cuerdas, o vientos, a veces un contrapunto de piano (clave, mas pequeño) y sus temas son mas intimistas. Pero la música Sinfónica esta hecha para grandes salas, más público, otros temas, otras formas. Los coros y los instrumentos se agrupan y forman masas de sonidos que representan temas de otra escala y complejidad. Hacen falta 10 violines, 6 violas, 4 violoncelos y 3 contrabajos para contrapunto de otros tantos flautas, clarinetes, fagots, trompas y trombones; imaginen instrumentos de percusión, coro…pocos o muchos, todos en función de una partitura.
Final del primer acto.
Una rápida vista a nuestro ejercicio y surgen actores claves para su realización y como en el teatro, algunos se ven, otros no, pero no por eso son prescindibles.
La estructura como elemento de composición arquitectónica es una necesidad por la escala de lo tectónico. En esta escala querramos o no, se vea o no, la forma y como se materializa, como se unen los materiales, quien sostiene a quien, que aisla a que, cuanto se ve de esa interacción, cuanto se oculta en busca del efecto, tienen una clara relación con el tamaño ya que no se puede construir todo con muro portante y no siempre la estructura pude ser cerramiento. La materialización de esta escala implica una diferenciación entre cerramiento y estructura que no puede obviarse como dialéctica inicial en la composición del espacio y, de hecho, como herramienta de búsqueda, corrección y regulación de la complejidad de escalas y usos.
La escala del ejercicio de A4 será en base a la trama urbana de llenos y vacíos, la interacción de los usos, la extensión, la topografía, la estructura como elementos de composición. Su materialidad y complejidad son parte del ejercicio, pero solo instrumentos, solo actores.
Juan.