Thursday, September 17, 2009

Monday, September 14, 2009

Maia DeGaetano/ Facundo Echave

Los autores plantearon un desarrollo de ideas fuerza vinculadas a la identidad del lugar: tradición, herencia, cultivo, evolución.

Pero estas palabras tan significativas no son expuestas solamente, sino q son miradas desde el tamiz del cambio y la transformación.
Esas ideas fueron luego decantadas en imágenes abstractas, generando una lógica interpretativa propia.
Esta lógica se fue depurando en sistemas, tramas, taxonomía, q tuvieron un gran acierto al evolucionar gráficamente de imágenes primordiales a una génesis proyectual. Imágenes q mediante un trabajo calibrado (en proporciones, programa, espacios) genera una precisa implantación, en la cual los volúmenes del programa se definen con gracia y armonía, mientras se disponen extendiendo su geometría hacia los espacios exteriores gestando las tramas de viñedos, los espejos de agua, los programas al aire libre.

La implantación completa un proceso de creación de espacio, el cual se observa muy estudiado y, como ya dije anteriormente, preciso. Estas características se ven resaltadas por un planteo q se muestra flexible y natural haciendo q la complementariedad de elementos (precisión y naturalidad) le otorguen una rara densidad: el equilibrio entre productividad y propuesta espacial, tan pertinentes al programa en cuestión, como a su emplazamiento.

Estas cualidades se desvanecen totalmente al resolver la pieza principal. El edificio de la bodega, aunque se resuelve eficientemente y con oficio, no logra cerrar todo lo gestado desde el inicio: no hay indicios de la potencial espacialidad insinuada en los esquemas de edificios de la implantación.

La cantidad de líneas propuestas dentro de los espacios de implantación (de programa, espacios, modulaciones, estructura) no se verifican en una austeridad total de interioridad. Esta austeridad es aceptable en sectores del programa, sin embargo se hace indispensable cierto grado de complejidad en nodos específicos del edificio; en el quiebre donde se articulan los programas y correctamente se dispone el acceso, el cual no dispone la jerarquía de su importancia en el vínculo con el conjunto.




Por otro lado los espacios se mantienen en extremo constantes, sin identificar cambios del programa, o fases dentro del mismo programa (p.ej. en el sector productivo).
Está fuera de discusión la seriedad encarada en la muestra del trabajo, aunque la falta de profundización de lo sugerido en la primera etapa deja con ganas de ver la resolución de la bodega en consonancia con el planteo q le dio entidad en el paisaje, presencia e identidad. Tarea q deja para el próximo ejercicio animarse a bucear en las propias ideas en búsqueda del cierre entre ideas y concreción. (Dimas González)

Gabriela Torrents/ Lucía Alonso

Partiendo desde una muy buena interpretación del emplazamiento, q se propone a la vez poética y sintéticamente arraigada, universal y telúrica en intención; comprendido su paisaje, su materialidad, descubierta su esencia (geográfica y conceptualmente), lograron construir una idea de implantación q absorbe el derrame, la decantación, la pendiente, el deshielo; un codo y su mano como gesto transicional naturaleza hacia cultivo artificial, generando el cambio q da lugar a la aparición del hombre en el paisaje.



En definitiva, Andes, pendiente, deshielo, derrame, cultivo, hombre... sustancias desde las cuales se gesta El Lugar según la lectura de las autoras.




De esta idea surge una apropiación espacial del terreno contemplada desde aquella síntesis de implantación, disponiendo al programa según una impresión de artificialidad en el paisaje q retomado de las primeras propuestas gráficas se vuelve efectiva solución al programa.
En esta escala aparecen bien resueltas las proporciones, vacíos y la secuencia de edificios junto a una correcta disposición de los elementos ‘naturales’ de composición: plantación y distribución de agua/ estanque.




La claridad con la q se desarrolla el conjunto se hace menos consistente en el planteo de la bodega, donde a medida q se introduce en la especificidad de cada ítem (programas, circulaciones, modulación, estructura) el trabajo parece ir desinflándose. Esto se observa en un correcto planteo general del edificio no se verifica en las soluciones puntuales: accesos, hall distribuidor, cava, etc.

Pero es en el punto q debería ser central a la propuesta, el nudo/codo, q es el ancla físico y filosófico de la implantación y a la vez ubicado como corazón de la bodega (situación q como gesto es muy apropiada) donde no se llega a desarrollar satisfactoriamente y desde allí derramarse al resto de la bodega. Es por ello q nunca termina de consolidarse, ya q ese baricentro nunca logra resolverse en sí y por supuesto tampoco logra resolver su entorno como pieza de referencia.

La presentación de paneles es gráficamente confusa y no ayuda a explicar en toda su potencialidad la sutileza de la implantación a la vez q tampoco resalta los elementos q sí están resueltos en la bodega. Las maquetas son correctas quedando en deuda el trabajo en corte el cual no sólo falta como elemento de entrega sino como proceso del trabajo. (Dimas González)

Friday, September 11, 2009

Ayelen Mazzucca




Fuerte impronta a partir de la lectura del lugar cuyas máximas podrían expresarse con dos palabras: Continuidad, profundidad y fluidez.





Continuidad que guiada por estos “surcos” encuentra fuerte anclaje en le suelo.
Estos trazos, parecen surgir del gesto de la mano, de la soltura del lápiz, se traducen en una visión muy rica y profunda, en la cual la incorporación de las tres dimensiones implícitas se concretan en potencial lenguaje tectónico.
El conjunto se organiza a través de un devenir de infinitas líneas que atraviesan el terreno, haciéndose eco del camino existente, como el surco que el campesino realiza en el terruño para sembrar su semilla.
Este primer gesto fundante es el que contiene la génesis misma del planteo y del que se nutrirá en cada una de las etapas.
Será a lo largo de este surco fundacional que se organizará el complejo todo, planteando una correcta y sugestiva secuencia de uso a través de los sucesivos desbordes que penetran con profundidad acorde a la escala del programa, generando una segunda dirección de penetración del sector de cultivo, y cuyo remate último será la bodega de Alta Gama.
Estos sucesivos desbordes organizan los sectores productivos con una sugestiva y lograda métrica.






















La bodega se resuelve a través del último y más importante de estos desbordes o penetraciones al sector de cultivos, lo cual le otorga una jerarquía adecuada y una vinculación funcional muy fuerte con el sector.
Ocupa un lugar acorde a su rol en el conjunto: es el remate de la composición. Acierto desde el punto de vista funcional y simbólico. Este remate muestra como un torbellino de fluidos, con correlato de cruce de materialidades.
Se presenta como corazón de la propuesta la sala de tanques y la cava.
A los lados sendas alas para los sectores de acceso público y de administración y servicios, que abrazan y contienen el patio de degustación.
Distintos grados de permeabilidad resuelven los accesos. Si bien se intuyen, no se llegó a regular las distintas escalas de los mismos.
Fluidez y de apertura espacial, direccionada e intencionada, con vistas al patio y a los sectores de cultivo, con distintos grados de apertura permitiendo variadas visuales.
Este mismo concepto de fluidez, de superposición, de densidad o de separación, está presente en el interior de la bodega ritmando vinculaciones espaciales entre los distintos niveles y sectores.
En este sentido creo que no se ha explorado en toda su potencialidad el recorrido turístico.


























También es coherente la solución morfológica y el planteo arquitectónico-espacial.
La materialidad retoma la idea primaria del surco y la aparición de sectores más densos que funcionan como anclajes, fuertemente relacionados con la tierra. En este sentido es lógica la aparición de la cava, como un gran surco, íntimamente ligada al terreno y que protege su contenido.
El sector recepción y molienda, es donde debería resolverse ese giro, ese cambio de dirección o último desborde, no terminó de resolverse con claridad, tanto a nivel morfológico como así tampoco su materialidad que sigue teniendo un aspecto fuertemente experimental.
La materialidad ínsita surge con mayor fuerza en maqueta 1:50 utilizada con mucha precisión con fotos muy bien intencionadas.
Ahora se aprecia un grado de concreción importante, lógico correlato de toda la búsqueda del ejercicio.















En líneas generales, el trabajo se muestra preciso y profundo. No así la representación gráfica que no muestra la complejidad y la sutileza de la propuesta. El material presentado en parte es muy sugestivo (implantación, planta de accesos, planta bodega y fotos de todas las maquetas)
Las vistas y los cortes no transmiten con la misma contundencia la propuesta.
Faltaron ajustes con los que sería posible quitar algunos de los velos que impiden conocer lo que promete ser una excelente propuesta.
Karina