Desde sus comienzos la ciudad de Buenos Aires, fue creciendo
a partir de un único centro, la actual plaza de mayo; Primero el desarrollo de
la trama fue ortogonal y regular conformando la trama colonial. Con el correr de los años el crecimiento fue generando un trazado
urbano, cada vez más denso y al que se
agregaron grandes avenidas, y diagonales para oxigenar la trama, en planes
urbanísticos, casi siempre inconclusos, respondiendo el modelo de las
ciudades europeas. En la modernidad y
hasta ahora, la arquitectura sigue avanzando por sobre todos sus antecesores.
La superposición en capas generadas en
el tiempo, de ampliaciones y modificaciones, da lugar a una trama urbanística muy
particular, con la convivencia de distintos estilos que dotaron de carácter y le
dieron a la metrópoli su característica arquitectura ecléctica.
Tomando
ese concepto nos propusimos volcar en el edificio, esas capas diferenciadas,
vinculadas y relacionadas, funcionando
como gradientes y fuelles. La acumulación de Las distintas capas genera
distintas densidades, que generan en el
edificio DISTINTAS ESPACIALIDADES, COMPACTAS algunas veces y MAS
OXIGENADAS OTRAS.
La idea fue consolidar la diagonal, continuarla, y no
interrumpirla, entender al edificio como parte de este casco histórico e
institucional, y no como una alteración de la trama más, sino como una
consolidación.
Del estudio de las distintas fachadas que componen la
diagonal sur entendimos que sigue una métrica con características propias: La idea de basamento,
desarrollo y remate. Entender el ritmo de los vacios en los frentes, y como
estos varían según el estilo, pero con una masa constante y regular en todo el
recorrido. Por eso, para la primera manzana desde la plaza de mayo, nos
propusimos continuar con la idea del límite constante y tajante, para ir dando lugar a una ruptura a medida que nos acercamos a la
av. 9 de julio. La línea municipal como
límite, fue interrumpida por el ingreso en distintos gradientes, la trama de
cierre del edificio reconstruye la idea de la acumulación de capas y la ortogonalidad
alterada que crea un diafragma entre el interior del edificio y el exterior.
El edificio remata en una plaza sobre la esquina, que
vincula los accesos a los edificios y se
incorpora al vacio de la avenida
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