La Casa de las Provincias: Bustingorr​i - Tellechea

 

Sobre la situación urbana:

 

La ciudad se despliega y vive un caos incesante, donde no existen casi lugares para respirar. La costa del río ha sido olvidada. Un vacío que nos deja respirar, que da calma, serenidad. Comienza entonces la búsqueda de otros vacíos en la ciudad, los cuales encontramos verticales, horizontales, etc. Son estos vacíos lo que nosotros llamamos  “ventanas urbanas”.

Esto nos permiten ver otras cosas, diferentes capas, situaciones de contrastes… contrastes como situaciones que a veces se complementan, y otras repelen. . A veces muestran cosas distintas pero en dialogo y otras cosas totalmente incompatibles. Pasa también a veces se evidencian situaciones que a simple vista, o desde lo formal parecen ser situaciones similares pero que en la práctica termina no siendo así.

 

 

Entonces bajo estos conceptos encontramos nuestro terreno inserto en una GRAN ventana urbana, que es ese vacío que encontramos conformado entre el río y las torres de Catalinas. También vemos importante enfatizar el vacío que se da (visto en planta, para entenderlo mejor) en conjunto con el generado entre las primeras torres de Catalinas y el proyecto de Solsona.

Nuestro edificio pretende otorgar la densidad propia de la ciudad sobre Av. Alem, viniendo a completar la perspectiva que da dicha avenida, y un grado de mayor libertad visual sobre el río…pretende dialogar con el vacío que forman las catalinas sobre Av. Córdoba, generando un vacío “único” que funcionara como plaza urbana y donde se podrán explotar esas sensaciones que nos genera esta “ventana urbana” existente al levantar la vista un poco.

Así queremos enfatizar este vacío, y tomarlo casi como espacio distribuidor del edificio. Para este necesitamos mostrarlo a veces, ocultarlo otras, generar distintas escalas de aproximación hacia él, contenerlo, desmaterializarlo, etc. Todo esto al mismo tiempo que el edificio se recorta un en sí mismo formando ventanas, para poder descubrirse y  para poder ver otras capas que funcionan por detrás.

Mediante los distintos usos del edificio es como regularemos las distintas escalas y aproximaciones hacia este vacío-ventana que creemos indispensable en nuestra inserción urbana.

 

Sobre el tema “casa de las provincias”:                                                                                                          

Comenzamos por averiguar la etimología de las palabras que componen el nombre “casa de las provincias”. Así sabemos que “casa” proviene del hebreo kisá y significa tejer y cubrir. Se le decía así a los refugios que se utilizaban en las campañas de conquistas para proteger a los combatientes. Y “provincia” es una palabra compuesta proveniente del griego (por-vincia) y significa “por victoria”. Se denominaban así a los estados que eran conquistados mediante batallas y que estaban fuera del territorio original de Roma. Podríamos decir tal vez que casa de las provincias significa tejer y cubrir, entrelazar los territorios conquistados, los territorios de victoria, bajo un mismo manto.

 

 

Ahora bien, en nuestro caso, vimos que cuando hablamos de provincias, cuando nombrábamos cualquiera de ellas automáticamente lo que se nos venía a la mente eran sus características físicas, su geografía, su paisaje. O sea, la tierra, no como tierra-suelo, sino como madre tierra, como Pachamama, es lo que nos termina (en nuestro caso) definiendo a las provincias y lo que hace que la podamos agrupar, “entrelazar” en distintos grupos. Sin embargo el edificio que planteamos nosotros es un edificio para la gente, para el hombre, insertado en medio de la ciudad mas grande del país, por lo que esa victoria de la que hablamos es la victoria del hombre sobre la naturaleza, sobre aquella que define a todo el territorio. Pero no es una victoria como las que acostumbramos a percibir, donde una cosa se posa sobre otra. Esta victoria, es la victoria del habitar respetando a la naturaleza, conviviendo con ella y siendo parte de ella.

Y así como la naturaleza, la madre tierra, lleva consigo un gen, donde la llanura alguna vez fue montaña, donde la montaña alguna vez será llanura, donde un rio tal vez sea una falla geológica; estas formas de habitar llevan consigo también un gen, donde cada zona lleva una forma particular de habitar, pero con elementos característicos de otra zona. Es así como se conforma este tejido que todo lo cumbre, todos con sus características, pero unidos bajo un mismo manto.