Sunday, May 15, 2016

CENTRO de ESTUDIOS, INVESTIGACION e INTERPRETACION de la BIODIVERSIDAD


 
Desde los tiempos de la colonización, Corrientes fue un lugar de encuentro entre la cultura guaraní y la europea. Los jesuitas conjugaron modernidad y tradición, fe católica y creencias guaraníes, y ese espíritu se ha mantenido vivo en Corrientes.
Durante la primera mitad del siglo XX, con el crecimiento de la industrialización y del comercio global, Iberá sufrió un sostenido proceso de degradación ambiental y tanto sus paisajes como su fauna fueron diezmados durante años.
A tal punto fue la depredación del humano sobre el ambiente, que a mediados de la década del setenta se extinguieron especies emblemáticas como el tapir, el yaguareté y el venado de las pampas debido a la caza indiscriminada para vender sus cueros en el mercado local y foráneo. Fue un proceso único de defaunación en el norte argentino, cuyas consecuencias fueron nefastas para el Iberá como ecosistema.
Con la mal llamada “modernidad”, los saberes ancenstrales de hombres y mujeres del Iberá fueron vistos como algo marginal, símbolo del “atraso” y que había que erradicar. El mencho, trabajador de los campos correntinos, y el mariscador de los esteros pasaron a ser lo más bajo de la sociedad. Sus habilidades y conocimientos fueron despreciados y se fueron perdiendo, como muchas de las técnicas de las artesanías e inclusive del propio idioma guaraní, que las nuevas generaciones habían dejado de hablar. Incluso la construcción local (el rancho de piri) fue reemplazada por otras (cemento) menos eficientes para el clima correntino y, además, desprovistas de toda identidad.
En 1983 se creó la Reserva Provincial Iberá y este proceso comenzó a revertirse. Distintas personalidades del Iberá comenzaron a defenderlo para evitar que desapareciera por completo. Comenzó a surgir el ecoturismo y la revalorización de saberes antiguos que se habían dejado de lado, como el conocimiento profundo del estero y su fauna, para ponerlo al servicio de turistas que buscaban una experiencia sincera y profunda con la naturaleza.
En el marco de este proceso se abrieron las primeras hosterías, comenzaron a llegar cada vez más turistas, y diversas ONG se sumaron al trabajo del rescate del Iberá. En 2007 se trajeron y liberaron los primeros osos hormigueros, con la idea de lograr una repoblación que con el tiempo demostró ser exitosa ya que en la actualidad hay más de 50 ejemplares viviendo en libertad. En 2009 se inició el mismo trabajo con el venado de las pampas, con idéntico resultado.
Hoy, ya entrados en el siglo XXI, el Iberá representa una oportunidad única para reivindicar la naturaleza y cultura del estero.
 

En el extenso territorio destinado al trabajo, se destacan tres áreas a tratar. Dichas áreas estarán conectadas por puentes y/o senderos y/o mediante embarcaciones.
 
 
AREA de RECEPCION
Se encontrará en relación con la ruta. Será el acceso y estacionamiento vehicular, que constará de un sector de estacionamiento para 30 automóviles y 5 buses en suelo natural consolidado.
Constará con una edificación consistente de oficina de informes, un depósito de 100m2 y un sector de guardamarina (galpón para guardado y reparación de canoas y embarcaciones pequeñas) con rampa de descenso al agua, Sala de espera de visitantes de 100m2 y de 200m2 de espera en galería. Deberá contar con muelle de embarque.
 
 
AREA de CENTRO DE ESTUDIOS, INVESTIGACION e INTERPRETACION
El edificio estará ubicado en un sector en contacto directo con la naturaleza, generando una experiencia de plena observación e interpretación de la naturaleza, que incluye la experiencia arquitectónica de un edificio modelo de contaminación nula o casi nula.
El edificio tendrá carácter educativo y de investigación. Fomentará la interpretación de la naturaleza de los Esteros del Iberá. Constará de distintos tipos de usuarios: los turistas, colegios e instituciones educativas que pasan el día, turistas que pernoctan, investigadores que se establecen por períodos cortos (semanas), y personal permanente (investigadores, guardaparques, administrativos, mantenimiento, etc.)
 
 
 AREA de SECTORES PROTEGIDOS
En esta área se instalaran corrales para la ejecución de programas de preservación y reintroducción de especies en vías de extinción. Dichos corrales serán tres grandes encierros de 1000m2 aprox, donde se podrá reintroducir especies animales que hayan nacido en cautiverio (yaguareté), para que se apareen. Cuando se detecte alguna hembra preñada, se la pasará a unos encierros de 2ha a 3ha de superficie, para que tengan sus crías en un ambiente semi-natural, crías que crecerán sin contacto con humanos, cuyo control y monitoreo será realizado por los investigadores, quienes cuando los cachorros estén mas desarrollados, serán habilitados a pasar a encierros de 20ha a 30ha, donde culminarán su adaptación al medio natural y desde los cuales se reinsertarán a la vida silvestre.
http://www.proyectoibera.org/download/yaguarete/CECY_Programa_Funcionamiento.pdf
Esta área no será menor a 50ha, y habrá solo pequeños puestos de observación y vigilancia, ocultos a la vista de los animales.

Además cada proyecto deberá preveer programas de reinserción para dos especies mas, para las cuales deberán generar su hábitat transitorio.
Algunas de las especies amenazadas son por ej el oso hormiguero, el venado de las pampas, el pecari o el guacamayo.
http://www.proyectoibera.org/especiesamenazadas_pecari.htm
http://www.proyectoibera.org/especiesamenazadas_osohormiguero.htm
http://www.proyectoibera.org/especiesamenazadas_venado.htm
http://www.proyectoibera.org/download/guacamayo/Proyecto_Reintroduccion_Aves.pdf
 
 
 

No comments: