Al principio existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. / Al principio estaba junto a Dios. / Todas las cosas fueron hechas por medio de la Palabra y sin ella no se hizo nada de todo lo que existe. (S. Juan 1: 1-3)
La palabra generativa es presentada como el lugar donde habitan los conceptos y desde donde se desenlazan los discursos; es el lugar de la imaginación explicada que se hace transitar hacia códigos configurales atravesando el borde entre lo abstracto y lo concreto. El objetivo consiste en desarrollar una capacidad vinculante entre el pensar y el proyectar siguiendo el aforismo: “…los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo.” En los procesos de creación se identifican etapas alojadas dentro de los entramados conceptuales: idea, imaginación-visualización y exteriorización. La propuesta aparece en ese último y preciso momento, pues los conceptos se asoman al mundo y se hacen evidentes en la construcción de proposiciones, último estadio en el que se instala el pensamiento para de ahí, conminar a interpretarle en nuevos modos comunicacionales de tipo iconográfico. Equivalencias no convencionales, advirtiendo que están desprovistas de un decir pues siempre referirán al discurso, a lo ya dicho. En otro sentido, el resultado configural como tal es “…a lo que se refería la palabra”, e inaugura un lugar para ella en el mundo, es analógico y relativo, a no ser que el creante asegure, taxativamente, que cualquier cosa distinta a su creación sería un craso error. Pero el tránsito de lo escrito a lo dibujado es distinto a un proceso lineal, se trata de una serie de escaramuzas donde combaten trazos y borrones contra palabras que se agolpan en un espacio neutro, más o menos ubicado entre el ojo y la mano, el papel y la mente. Allí, en ese campo se establecen momentos dialogales entre el ser y el ente sosteniendo un intercambio radicalmente conceptual desde el cual se modera la concordancia entre la palabra y la figura, asumiéndose a ésta como su correlato, como interpretación pura. Y es así porque la palabra permanece mientras las configuraciones se desatan una tras otra hasta aproximarse a una expresión gráfica parecida a lo descrito bajo el gobierno del “componer” y los preceptos de función y sustentación propios de la arquitectónica.
MTRO. LUIS ESTRADA / FAUV-XALAPA
