UN LUGAR DE CONTRASTES
Vaca Muerta es la principal formación de shale en la
Argentina. Su gran potencial se debe a sus características geológicas y su
ubicación geográfica.
La formación Vaca Muerta se encuentra en la Cuenca Neuquina,
al sudoeste del país, y tiene una superficie de 30 mil km2, de los cuales YPF
posee la concesión de más de 12.000 km2, sobre los que ha realizado estudios
para evaluar con más precisión el potencial de los recursos. Los resultados
obtenidos han permitido confirmar que Vaca Muerta tiene un enorme potencial
para la obtención de gas (308 TCF) y que cuenta con importantísimos recursos de
petróleo que alcanzan los 16,2 miles de millones de barriles, según el último
informe del EIA 2013, lo que significa multiplicar por diez las actuales reservas
de la Argentina.
La formación tiene entre 60 y 520 metros de espesor, lo que
permite en algunos casos el uso de perforación vertical, con lo que se reduce
significativamente los costos de extracción y mejora la viabilidad económica
para la extracción de estos recursos.
Vaca Muerta tiene 4 propiedades geológicas que la distinguen
como una formación de shale única en el mundo:
importante cantidad de Carbón Orgánico Total (TOC), alta
presión, buena permeabilidad y gran espesor.
A su vez, a diferencia de lo que ocurre con otras
formaciones de shale, se encuentra alejada de centros urbanos, lo que facilita
notablemente las operaciones.
Otra ventaja es que se encuentra a una profundidad mayor a
los 2.500 metros, muy por debajo de los acuíferos de agua dulce, lo cual hace
más segura su extracción y disminuye los riesgos ambientales.
Además, en esta región existe una importante
actividad de producción de gas y petróleo convencional, por lo que se cuenta
con la infraestructura necesaria para el desarrollo del shale
El pueblo más cercano a este polo hidrocarburífero se llama
Añelo y tiene casi 5.000 habitantes. Está a 100 kilómetros de Neuquén capital y
en 2010 tenía casi la mitad de población. Sin estar preparado para el flujo de
obreros y trabajadores golondrina que se acercan, el pueblo es una postal de
contrastes.
Por sus calles de tierra circulan decenas de camionetas 4x4
y los alquileres se dispararon a precios inaccesibles: una casa de dos
habitaciones puede llegar a costar 8.000 pesos por mes. No hay hospitales, sólo
una salita de primeros auxilios, la única calle asfaltada no mide más de 200
metros, la municipalidad está ubicada en una casa tipo plan de vivienda frente
a la plaza y hay una sola estación de servicio.
El combustible es el centro del pueblo. Todo gira alrededor
del único lugar donde se puede cargar nafta; ahí es donde paran los petroleros.
El comercio más grande está frente a la estación de servicio, un comedor donde
almuerzan y meriendan los obreros que vuelven de los pozos petroleros y se
dirigen a Neuquén capital.
El país mira de cerca lo que pasa con Vaca Muerta. La
Presidenta y su gabinete hablan por televisión sobre el asunto, la comunidad
mapuche tomó varios yacimientos para reclamar en contra del acuerdo, se habla
del fracking -sistema que se emplea para extraer el recurso- y sus
consecuencias en el medio ambiente, se discute con la palabra saqueo. Añelo ve
desde primera fila cómo llega gente de todos los sectores y debate sobre el
futuro que impactará primero en su comunidad.
El pueblo crece y la razón es una: la esperanza de un boom.
Mientras las noticias se suceden, los vecinos se preparan y agrandan los
locales, se construyen hoteles, se rumorean nuevas inversiones y la gente no
para de llegar. Los números son elocuentes. En 2010, cuando se hizo el Censo,
dos meses antes del anuncio del descubrimiento de Vaca Muerta, en Añelo vivían
casi 2.500 habitantes. Tres años después, el municipio estima que se duplicó la
población y prevé que llegue a los 10 mil en tres años más. La mayoría, según
dicen, son hombres solos de pueblos cercanos que llegan a pedir trabajo,
algunos hasta acampan frente a las empresas petroleras para ganar por
cansancio. Una vez instalados, traen a su familia.
Los puestos, sin embargo, se definen en Buenos Aires.
Además, YPF no tiene su base en la localidad, porque usa el yacimiento Loma La
Lata -a pocos kilómetros- como centro para alojar todos los servicios de sus
empleados, así que sólo pasan por la ruta o se detienen en la estación de
servicio. La apuesta de los comerciantes y los trabajadores son las empresas
contratistas que les brindan servicios a YPF y las otras petroleras que operan
en la formación Vaca Muerta, como
Pluspetrol, Apache, ExxonMobile
y Total, entre otras.
Hasta el acuerdo firmado con Chevron, YPF perforó 60 pozos
de petróleo y unos 15 de gas del gran mesías hidrocarburífero que parece Vaca
Muerta. Según un relevamiento de junio pasado del Departamento Energético de
los Estados Unidos (AIE, sus siglas en inglés), la Argentina está segunda en el
podio mundial de recursos de gas y cuarta en el de petróleo no convencional
(shale oil y gas), en gran medida por el valor de Vaca Muerta. YPF estima que
hay recursos de gas por 100 trillones de pies cúbicos y 40 mil millones de
barriles de petróleo; esto significa que la Argentina decuplicará sus
reservas.
El escepticismo del pueblo está basado en la historia. A 147
kilómetros al norte de Añelo está Rincón de los Sauces, otra ciudad que se
formó alrededor de un descubrimiento de petróleo. A fines de los 90, el pueblo
explotó, se multiplicaron las 4x4, llegó gente de todos lados, se abrieron
casinos y prostíbulos. Entre 2001 y 2010 la población aumentó casi 75 por
ciento. Pero un día se acabó el petróleo y el pueblo se vació.
Por ahora, lo que ocurre en Añelo es la preparación a la
espera del desembarco de las multinacionales. Al cruzar la ruta provincial 7,
arriba de la meseta de color arcilloso, está el desierto donde se armará el
parque industrial de la ciudad. Son 90 hectáreas ya adjudicadas, y pronto se
ampliará a 50 más. Ya está todo vendido pero no hay ni una sola empresa
instalándose.
Hoy el movimiento está en la construcción. La lista de
desocupados se engrosó los primeros meses del año con la llegada de la gente
nueva al pueblo, y el empleo surgió tímidamente en la obra privada: desde la
ampliación de casas para alquilar hasta una tubería de 100 kilómetros para una
de las empresas.
"Está todo
inflado eso de Vaca Muerta", dice
uno de los delegados de la UOCRA, Mario Parra. Lo mismo repiten varias personas
del gobierno municipal y pequeños empresarios que desconfían, pero esperan.
Nadie sabe explicar bien cuáles serán las bondades económicas que traería al
pueblo tener al lado el yacimiento de hidrocarburos no convencional más importante
de América Latina.
Toda esa especulación es la que utilizará el municipio para
reclamarle a YPF financiamiento en las obras que necesita. El intendente Darío
Díaz habla de exigir un plan de inversiones urbanas a veinte años, además de
algunas obras de infraestructura. Pretende que la empresa tenga una presencia
similar a la que tuvo en Cutral Co.
"Nos hace falta infraestructura para poder recibir a todo este
movimiento", explicó.
1 comment:
https://www.youtube.com/watch?v=YA6Xp1WDQq4&feature=share
deberiamos verlo todos.
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