Los barrios, escenarios particulares con rasgos distintivos,
acercan a la ciudad la riqueza de vivencias cotidianas respaldadas por un
pasado que se sostiene en el crecimiento incesante de Rosario. A fines del
siglo XIX, la ciudad había aumentado vertiginosamente su población y paralelamente extendía sus límites
acompañada por el trazado ferroviario y la importancia del puerto.
El río, incalculable, místico, belleza natural y comunicador
de la ciudad con el mundo es el denominador común de los espacios urbanos que
se presentan.
Barrios Saladillo
y Roque Sáenz Peña
En el siglo XIX, al igual que Alberdi, fue un pueblo con
aspiraciones de lugar de recreo. La belleza de su geografía de campos, el arroyo
Saladillo, las barrancas y playas sobre el Paraná lo convirtieron en una zona
ideal de veraneo y descanso.
Fue fundado por el español Manuel Arijón (1841-1900), quien
compró campos pertenecientes a la familia de Juan Frías. El fundador mandó
construir seis casas que alquilaba a las familias adineradas de la zona.
El empresario, afectado por dolores en sus articulaciones,
comprobó que las aguas del arroyo Saladillo mejoraban su dolencia. Así decidió
levantar un balneario (1885) que resultó ser un negocio exitoso. En 1906, sus
descendientes vendieron sus propiedades a una inmobiliaria, que efectuó los
loteos y la traza de la zona.
Entre las numerosas casonas residenciales, testimonio
arquitectónico de la época, se encontraban la de la familia Meyers, “Villa
Eloísa” y “Dolores”. También vestigio de esa época de esplendor es el puente
sobre el arroyo Saladillo, de similar estilo arquitectónico a las casonas; el
que reformado conecta con Pueblo Nuevo, en Villa Gobernador Gálvez.
Pero la historia del Saladillo se remonta a la presencia de
los primeros pobladores españoles en el siglo XVII, cuando en 1689 el capitán
Luis Romero de Pineda tomó posesión de la merced que le otorgara la Corona
Española en el Pago de los Arroyos, firmó el acta de posesión en el
"Paraje del Saladillo" e instaló su estancia, a la que llamó
"Estancia Concepción de los Arroyos", según enfatiza con acierto el
historiador barrial, Alfredo Monzón, y levantó el "Oratorio de la Concepción", la
primera capilla de la actual ciudad.
El frigorífico Swift se instala en la zona en 1924,
provocando grandes cambios en el Saladillo: familias obreras se afincaron en la
zona y las familias adineradas, no conformes con los cambios y las emanaciones
que se desprendían del frigorífico, se mudaron a la zona de Alberdi.
Otro lugar distintivo del barrio y la zona sur, calle
Ayacucho entre Lamadrid y Estado de Israel, fue el predio de más de veinte
hectáreas que en su momento ocupara el Regimiento 11 de Infantería “General Las
Heras” y posteriormente el Batallón de Comunicaciones 121, que se encuentra en
proyecto de reconversión para construir allí un polo científico tecnológico.
Parque Regional
Sur
Creado en el año 1973, el Parque Regional Sur “Dr. Carlos
Sylvestre Begnis” es uno de los espacios verdes más importantes del Distrito
Sur con una dimensión de 35 hectáreas. La entrada al predio se encuentra
ubicada en Serrano y Centenario, en el límite sur de la ciudad.
Se recuesta sobre la ribera del arroyo Saladillo brindando
una hermosa vista de las Quebradas.
Un sinfín de especies arbóreas que van desde tipas a
cerezos, pasando por un retoño del pino histórico de San Lorenzo, dan color y
vida a este espacio casi virgen en el cual lo que predomina es el verde, el
aire puro y la naturaleza.
Cabe mencionar que ya desde principios del siglo XX era
intensa la actividad en toda la zona y cuenta con una rica historia compuesta
por varios acontecimientos e hitos que marcar, desde los primeros asentamientos
y las anécdotas de Don Manuel Arijón hasta historias trascendentes como el
cruce de Manuel Belgrano y su tropa en 1812, la punta de flecha hallada por
Alfredo Castellanos, la captura del cacique ranquel Vicente Pincen, el monolito
a Joaquín Penina, el gliptodonte hallado en 2012 y el paso de Darwin por el
arroyo Saladillo en unos de sus primeros viajes.