El
arroyo Saladillo es un afluente del río Paraná, y conforma el límite político
entre las ciudades de Rosario y Villa Gobernador Gálvez, emplazadas cada una en
la margen de este río.
El
arroyo Saladillo constituye uno de los principales sistemas hídricos de una
importante región del sur de la provincia.
La
cuenca del arroyo abarca una superficie de 3.205 Km2 y en el último tramo, antes de su desembocadura,
transcurre dentro de una zona poblada. Posee varios afluentes, siendo el
principal el arroyo La Candelaria.
La
cascada del Saladillo se encuentra ubicada a 2 kilómetros aguas arriba de la
desembocadura del arroyo en el río Paraná. Cabe señalar que, tanto el cauce de
este arroyo como sus afluentes, se encuentran en algunos tramos canalizados.
Además el arroyo posee, en la dirección del escurrimiento superficial de las
aguas, una serie de modificaciones (como cunetas y canales) que buscan encauzarlo.
Por otro lado, en la cuenca alta aún se conservan zonas con espejos de agua
amplios y con vegetación variada.
Vale asimismo destacar que este afluente no presenta problemas durante la mayor
parte del año. Sin embargo, cuando las lluvias son intensas en su cuenca, su
caudal aumenta y es probable que produzcan desbordes.
Una
de las funciones más importante que tiene actualmente el Saladillo, es haberse constituido
en una red de drenaje para todas las comunidades humanas de la cuenca, fundamentalmente
para el sur de nuestra ciudad y para el norte de Villa Gobernador Gálvez.
El
arroyo Saladillo presenta problemas de contaminación ambiental, como
consecuencia de
los efluentes industriales, los efluentes cloacales y los residuos sólidos urbanos
dispuestos de manera irregular. Todo ello, implica una degradación de todo el
sector, y dificulta los usos recreativos del arroyo. A ello se suma el abandono
y el desmejoramiento de sus bordes, las imposibilidades para construir sobre
ellos, y las precarias condiciones de vida que tienen que padecer las familias
que se ubican en este sector.
Por
su parte, la cascada está sufriendo un proceso de erosión hídrica irregular que
provoca su ascenso aguas arribas, por lo que representa una amenaza para los puentes
y las obras de infraestructura que se encuentran en esa área, y un peligro para
las viviendas ubicadas en la zona.
Pese
a los elementos que degradan al arroyo, podría decirse que el estado ambiental del
cuerpo de agua que compone al Saladillo no sufre un deterioro extremo, ya que dichos
elementos no alcanzan a alterar su calidad de manera irreversible.
Para
afrontar estas problemáticas y disminuir los efectos causados por estas
situaciones, se prevé una recuperación de los bordes del arroyo y las áreas
contiguas a sus márgenes. Para ello, se han proyectado una serie de
intervenciones integrales: la recuperación de los bajos del arroyo Saladillo, del
parque ribereño El Mangrullo, del Balneario los Ángeles, del Parque Regional Sur,
y el saneamiento integral del arroyo, con operaciones que se abordan desde
diversas perspectivas ambiental, urbana y de inclusión social, a desarrollarse
en coordinación con el gobierno provincial.
En
el aspecto ambiental, especialmente en lo que se refiere a las diferentes
zonificaciones para el establecimiento de espacios para la protección
ambiental, se contemplarán tanto la Ley Nacional Nº 26.331 de Bosques Nativos,
como la Ley Provincial Nº 13.372 sobre el Ordenamiento Territorial de los
Bosques Nativos de la Provincia de Santa Fe (OTBN). A ello deben se suman los
señalamientos del Plan Urbano Rosario (PUR) que plantean, a su vez, la
preservación paisajística y ambiental de sus bordes.
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