Por otro lado la polaridad espacio interior-espacio exterior, que en principio aparece como una dicotomía, donde el interior lo encontramos protegido por las inclemencias del tiempo y molestias del medio ambiente, y el espacio exterior como espacio de movimiento y actividad libre y abierta.
Ahora bien, en edificios donde el uso en su gran mayoría es publico o semi publico, como es nuestro caso, es que podemos encontrar que el espacio se manifiesta por leyes muy parecidas tanto a nivel formal como en su uso, y se pone de manifiesto en la relación calle-paso interior, plaza-espacio central ( por llamarlo de alguna manera)de reunion-foyer, y es acá donde quiero poner el énfasis en el diseño. Seguramente la plaza es la primera creacion humana de un espacio urbano, resultante de la agrupacion de casas alrededor de un espacio libre. Lugar de reunion por excelencia, de acontecimientos sociales y de participacion, de encuentro y charla, de comunicacion con los demás. Pero la plaza, este espacio muy rico en situaciones no debemos dejarlo caer en la situación de vacio urbano, donde quedan los residuos de los espacios de nuestros edificios, privados de las características e intenciones que formulan sus necesidades intrínsecas.
Y es que parece que en el exterior es fundamental la disposicion de las fachadas del edificio y no es tan importante la forma que resulta de esto, en el vacio que queda, y en el interior es fundamental la forma del espacio y se le resta importancia a las "fachadas" que lo conforman. Y es esta dicotomía la que creo que hay que modificar, pues es de vital importancia la forma del vacio resultante del espacio exterior y su diseño, para que deje de ser solo un vacio, y es también fundamental ejercer el diseño de las fachadas que conforman el espacio interior.
En la relación entre estos, es que podemos encontrar nuevas formas de arquitectura estableciendo relaciones mucho mas directas y forzando a desaparecer las fronteras entre exterior e interior, diluyendolas y generando nuevos espacios de transición.
Entonces, por un lado debemos cargar de valor y volcar nuevas energías que llenen los "vacios" interedificacion, para recuperar ese espacio como potenciador de la arquitectura que lo circunda, y lo debemos dejar trasvasar hasta los espacios interiores, siendo el diseñador el que decide hasta donde desea llevarlas.
Es parte de la desicion que les toca, es el momento de ejercerlas.
Estamos en camino.
Jorge Stekar
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