Palermo muestra, al igual que toda la ciudad de Buenos Aires, una trama ortogonal. Dentro de esa trama, perfectamente regular, encontramos piezas que modifican la ortogonalidad y a su vez presentan reglas propias que se relacionan con el lugar y el contexto en el que se implantan. Estas piezas son capaces de no modificar la trama de su entorno inmediato, pero si, modifican su interior mediante operaciones generadas a partir de la sustracción - adición o superposición de la matriz y a su vez generan un cambio a escala metropolitana. Entendiendo que la ciudad presenta medidas, escalas y relaciones únicas en cada barrio, llegamos a la conclusión que para crear arquitectura en un ámbito determinado como ser la ciudad, es necesario valerse de esas medidas - relaciones y escalas que nos brinda el paisaje urbano. De este modo se descubre como la medida de los elementos que componen la fachada arquitectónica, tanto de las nuevas edificaciones como de las viejas, y la escala pertinente de la manzana nos proporcionan condiciones y tensiones existentes en el barrio, para poder así generar una nueva arquitectura a partir de operaciones realizadas con reglas propias del espacio - entorno inmediato. La intervención se da a partir del estudio de llenos y vacíos presentes en el entorno inmediato, extrayendo piezas, que mediante una seria de operaciones - sustracción - adición - rotación - traslación- generan especialidad urbana. Dando como resultado una arquitectura perteneciente al barrio de Palermo.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment