Fragmento de texto de:
Cuad. Fac. Humanid. Cienc. Soc., Univ. Nac.
Jujuy n.18 San Salvador de Jujuy mayo 2002
Patrimonio
cultural y desarrollo sostenible en la quebrada de Humahuaca. Potencial y
perspectivas
leer texto completo en:
EL
PATRIMONIO DE LA QUEBRADA DE HUMAHUACA
Se ha
elegido a la Quebrada de Humahuaca, dentro del conjunto de riquezas naturales y
culturales que presenta al Provincia de Jujuy, por las siguientes razones:
1) La
Quebrada de Humahuaca es una unidad desde el punto de vista geomorfológico,
geográfico y ambiental, con características propias y distintivas, así como con
límites definidos y reconocibles desde esas tres variables.
2) Presenta una larga historia de ocupación humana, que comienza hace más de 10.000 años y muestra un desarrollo local continuo hasta la actualidad, lapso durante el cual se observa una dinámica relación entre las comunidades humanas y este medio ambiente natural específico.
3) Las comunidades humanas que actualmente viven en el lugar son las herederas de este pasado, mantiene prácticas culturales tradicionales y en general poseen un sentido de identidad y pertenencia.
4) La ubicación de la Quebrada de Humahuaca, con excelentes vías de acceso, sumado al atractivo que ofrecen sus bellezas naturales, hacen que la misma reciba un gran caudal de visitantes, lo que por una parte, resulta en un peligro potencial para la conservación de los bienes culturales y naturales y, por la otra, una oportunidad para implementar políticas de administración del patrimonio adecuadas para planes de desarrollo de la zona.
2) Presenta una larga historia de ocupación humana, que comienza hace más de 10.000 años y muestra un desarrollo local continuo hasta la actualidad, lapso durante el cual se observa una dinámica relación entre las comunidades humanas y este medio ambiente natural específico.
3) Las comunidades humanas que actualmente viven en el lugar son las herederas de este pasado, mantiene prácticas culturales tradicionales y en general poseen un sentido de identidad y pertenencia.
4) La ubicación de la Quebrada de Humahuaca, con excelentes vías de acceso, sumado al atractivo que ofrecen sus bellezas naturales, hacen que la misma reciba un gran caudal de visitantes, lo que por una parte, resulta en un peligro potencial para la conservación de los bienes culturales y naturales y, por la otra, una oportunidad para implementar políticas de administración del patrimonio adecuadas para planes de desarrollo de la zona.
El
"Paisaje Cultural Continuo" de la Quebrada de Humahuaca
Si se toman
en cuenta las definiciones presentadas en el acápite anterior, la Quebrada de
Humahuaca puede definirse como un "paisaje cultural continuo" de
acuerdo con las citadas categorías establecidas por UNESCO, ya que:
- Hay
evidencias tangibles de obras combinadas de la naturaleza y la humanidad
- Estas obras son ilustrativas de la evolución de las sociedades humanas y sus asentamientos a través del tiempo, bajo la influencia de constricciones físicas y oportunidades presentadas por el medioambiente y de sucesivas fuerzas culturales, económicas y sociales, internas y externas.
- Estas obras son representativas de una región geo - cultural bien definida.
- Estas obras son ilustrativas de los elementos culturales esenciales y distintivos de esta región.
- Estas obras reflejan técnicas específicas de un uso sustentable de la tierra y de su variación a través del tiempo, dentro de un sistema económico de patrón tradicional
- Hay evidencias de la relación espiritual específica con la naturaleza que las poblaciones pasadas y presentes han tenido a través del tiempo hasta la actualidad, mostrando una gran continuidad cultural.
- Este Paisaje Cultural Continuo se ha desarrollado hasta su forma presente por asociación con y en respuesta a su medio ambiente natural.
- El mismo retiene un activo rol social en la sociedad actual estrechamente asociado con un modo de vida tradicional.
- El proceso de evolución está aún en desarrollo.
- Muestra evidencia material significativa de esta evolución a través de tiempo.
- Representa la totalidad del Paisaje Cultural e incluye el rango total de los valores naturales y culturales contenidos en el Paisaje.
- Estas obras son ilustrativas de la evolución de las sociedades humanas y sus asentamientos a través del tiempo, bajo la influencia de constricciones físicas y oportunidades presentadas por el medioambiente y de sucesivas fuerzas culturales, económicas y sociales, internas y externas.
- Estas obras son representativas de una región geo - cultural bien definida.
- Estas obras son ilustrativas de los elementos culturales esenciales y distintivos de esta región.
- Estas obras reflejan técnicas específicas de un uso sustentable de la tierra y de su variación a través del tiempo, dentro de un sistema económico de patrón tradicional
- Hay evidencias de la relación espiritual específica con la naturaleza que las poblaciones pasadas y presentes han tenido a través del tiempo hasta la actualidad, mostrando una gran continuidad cultural.
- Este Paisaje Cultural Continuo se ha desarrollado hasta su forma presente por asociación con y en respuesta a su medio ambiente natural.
- El mismo retiene un activo rol social en la sociedad actual estrechamente asociado con un modo de vida tradicional.
- El proceso de evolución está aún en desarrollo.
- Muestra evidencia material significativa de esta evolución a través de tiempo.
- Representa la totalidad del Paisaje Cultural e incluye el rango total de los valores naturales y culturales contenidos en el Paisaje.
Los
"valores" y la "significación" de este Paisaje Cultural
Continuo pueden definirse como:
1. Estéticos
(teniendo en cuenta las obras de la naturaleza y de la humanidad
representadas).
2. Artísticos (considerando las obras tangibles e intangibles de las comunidades).
3. Científicos (referidos tanto a la información geológica, geográfica, arqueológica, histórica, antropológica, sociológica, etc. que las investigaciones científicas han brindado y pueden brindar en el futuro).
4. Simbólicos y sociales (en relación a la significación y valoración específica que distintos grupos hacen de este patrimonio).
2. Artísticos (considerando las obras tangibles e intangibles de las comunidades).
3. Científicos (referidos tanto a la información geológica, geográfica, arqueológica, histórica, antropológica, sociológica, etc. que las investigaciones científicas han brindado y pueden brindar en el futuro).
4. Simbólicos y sociales (en relación a la significación y valoración específica que distintos grupos hacen de este patrimonio).
El
Paisaje Natural de la Quebrada de Humahuaca
La Quebrada
de Humahuaca se ubica en el área andina centro sur, en el tramo sur de la
Cordillera Oriental. Nace en sector norte de la Puna argentina y desemboca en
las selvas occidentales, de manera tal que es un vector de conexión entre las
tierras altas con las bajas. Se caracteriza por presentar un ambiente muy
diferente a los de la Puna y de las Selvas Occidentales, tanto por la
topografía como el clima y la biota, así como por las características de la red
hidrográfica, dominada por el río Grande que discurre por la misma.
El ambiente quebradeño comienza como tal en las nacientes de la Quebrada de Humahuaca a 4.000 m.s.n.m. y termina a unos 1900 m.s.n.m., donde comienza el ecotono, a partir del cual el río Grande continúa su curso hacia el sur hasta penetrar en las Selvas Occidentales, para desembocar finalmente en el río Pilcomayo, tributario de la cuenca del Plata. El total del trayecto de la Quebrada de Humahuaca es de 166 km.
La historia geológica de la Quebrada muestra que su origen es una cuenca paleozoica que fue elevada durante el Mioceno, Plioceno y Pleistoceno, a partir de diversos movimientos orogénicos, que resultaron en una entidad elevada, con marcado rumbo Norte - Sur, que mantuvo su naturaleza de cuenca, a través de la cual se canaliza el drenaje de toda la red hidrográfica local.
La estructura de la Quebrada de Humahuaca está dominada por una gran quebrada central, que presenta un rumbo predominante N - S. y sus quebradas tributarias, provenientes por el Oeste de la Sierra del Aguilar y por el Este del último contrafuerte de la Cordillera Oriental en las Sierras de Zenta y Tilcara. Limita al Norte y Oeste con la Puna y al Este y Sur con las Selvas Occidentales. Es una zona geológicamente activa, donde ocurren constantemente eventos relacionados con la dinámica de las quebradas: erosión en masa, redepositación, elevación de las cabeceras, etc. lo que genera gran inestabilidad geológica.
La característica topográfica principal de este ambiente es la presencia de diferentes escalones altitudinales, los cuales marcan diferencias ambientales expresadas en la diversidad de disponibilidad de recursos. Dentro del total de escalones altitudinales presentes, entre los 1.900 y los 3.900 m.s.n.m. se consideran aquí dos grandes divisiones, teniendo en cuenta las diferencias ambientales y de recursos entre unos y otros: 1) los "fondos de quebrada", ya sea la principal por donde corre el río Grande como los tramos inferiores de las quebradas tributarias, situados entre los 1.900 y los 3.000 m.s.n.m., y 2) los tramos medios y superiores de las mismas, situados por encima de los 3.000 m.s.n.m. considerados como "quebradas altas".
El ambiente quebradeño comienza como tal en las nacientes de la Quebrada de Humahuaca a 4.000 m.s.n.m. y termina a unos 1900 m.s.n.m., donde comienza el ecotono, a partir del cual el río Grande continúa su curso hacia el sur hasta penetrar en las Selvas Occidentales, para desembocar finalmente en el río Pilcomayo, tributario de la cuenca del Plata. El total del trayecto de la Quebrada de Humahuaca es de 166 km.
La historia geológica de la Quebrada muestra que su origen es una cuenca paleozoica que fue elevada durante el Mioceno, Plioceno y Pleistoceno, a partir de diversos movimientos orogénicos, que resultaron en una entidad elevada, con marcado rumbo Norte - Sur, que mantuvo su naturaleza de cuenca, a través de la cual se canaliza el drenaje de toda la red hidrográfica local.
La estructura de la Quebrada de Humahuaca está dominada por una gran quebrada central, que presenta un rumbo predominante N - S. y sus quebradas tributarias, provenientes por el Oeste de la Sierra del Aguilar y por el Este del último contrafuerte de la Cordillera Oriental en las Sierras de Zenta y Tilcara. Limita al Norte y Oeste con la Puna y al Este y Sur con las Selvas Occidentales. Es una zona geológicamente activa, donde ocurren constantemente eventos relacionados con la dinámica de las quebradas: erosión en masa, redepositación, elevación de las cabeceras, etc. lo que genera gran inestabilidad geológica.
La característica topográfica principal de este ambiente es la presencia de diferentes escalones altitudinales, los cuales marcan diferencias ambientales expresadas en la diversidad de disponibilidad de recursos. Dentro del total de escalones altitudinales presentes, entre los 1.900 y los 3.900 m.s.n.m. se consideran aquí dos grandes divisiones, teniendo en cuenta las diferencias ambientales y de recursos entre unos y otros: 1) los "fondos de quebrada", ya sea la principal por donde corre el río Grande como los tramos inferiores de las quebradas tributarias, situados entre los 1.900 y los 3.000 m.s.n.m., y 2) los tramos medios y superiores de las mismas, situados por encima de los 3.000 m.s.n.m. considerados como "quebradas altas".
1.
"fondos de quebrada":
Se
caracterizan por presentar una planicie aluvial ancha, con una gran dinámica
del cauce que produce "remoción en masa" generando, según los tramos,
erosión y/o transporte de materiales. Esta activa dinámica geológica es
determinante para la visibilidad arqueológica actual de los yacimientos, ya que
genera procesos postdepositacionales intensos que o bien "enmascaran"
o bien "borran" sitios, aún los más recientes, tapándolos bajo gruesos
mantos de detritos.
El clima de los fondos de quebrada es el denominado "subtropical serrano" (apud Buitrago y Larran 1994), caracterizado por condiciones climáticas que varían con la altitud y las direcciones de las sierras. La flora está comprendida dentro del Dominio fitogeográfico Andino-Patagónico (Cabrera 1957) y dentro de éste, en las Provincias de la Puna y de la Prepuna (apud Ruthzas y Movia 1975); la primera se presenta con matorral de Adesmia tucumanensis mientras que la segunda se puede considerar como una estepa arbustiva o como un bosque muy abierto, donde predomina el churqui (Prosopis ferox); se caracteriza por su riqueza en cactáceas, sobre todo Trichocereus pasacana, especie columniforme, y varias especies rastreras del género Opuntia. La fauna corresponde al Dominio Andino, con gran variedad de especies de roedores, algunos aptos para la explotación humana (Lagidium viscacia y Chinchilla brevicaudata), además hay quirquinchos de la puna (Chaetophractus vellerosus) y carnívoros como zorros (Dusycium culpacus) y pumas (Felis concolor); entre los herbívoros predominan los camélidos (Vicugna vicugna y Lama guanicoe), en la actualidad y desde hace más de 3.000 años hay además camélidos domesticados (Lama glama); años atrás también había una especie de cérvido, (Hippocamelus antisensis), actualmente desplazado hacia el E. Hay también gran variedad de aves. En el pasado había ñandúes o suris (Pterocnemia pennata), que en la actualidad no habitan la zona.
El clima de los fondos de quebrada es el denominado "subtropical serrano" (apud Buitrago y Larran 1994), caracterizado por condiciones climáticas que varían con la altitud y las direcciones de las sierras. La flora está comprendida dentro del Dominio fitogeográfico Andino-Patagónico (Cabrera 1957) y dentro de éste, en las Provincias de la Puna y de la Prepuna (apud Ruthzas y Movia 1975); la primera se presenta con matorral de Adesmia tucumanensis mientras que la segunda se puede considerar como una estepa arbustiva o como un bosque muy abierto, donde predomina el churqui (Prosopis ferox); se caracteriza por su riqueza en cactáceas, sobre todo Trichocereus pasacana, especie columniforme, y varias especies rastreras del género Opuntia. La fauna corresponde al Dominio Andino, con gran variedad de especies de roedores, algunos aptos para la explotación humana (Lagidium viscacia y Chinchilla brevicaudata), además hay quirquinchos de la puna (Chaetophractus vellerosus) y carnívoros como zorros (Dusycium culpacus) y pumas (Felis concolor); entre los herbívoros predominan los camélidos (Vicugna vicugna y Lama guanicoe), en la actualidad y desde hace más de 3.000 años hay además camélidos domesticados (Lama glama); años atrás también había una especie de cérvido, (Hippocamelus antisensis), actualmente desplazado hacia el E. Hay también gran variedad de aves. En el pasado había ñandúes o suris (Pterocnemia pennata), que en la actualidad no habitan la zona.
2.
"quebradas altas":
Se
caracterizan por un paisaje disectado, desparejo en altitud. Presentan mayor
estabilidad geomorfológica que los fondos de quebrada y han sido afectados con
menor intensidad por la erosión y la remoción. Esta situación permite una
visibilidad arqueológica más alta, lo cual, sumado a la presencia de
afloramientos rocosos que brindan cuevas y aleros, determina que los
yacimientos con componentes más antiguos así como los sitios con arte rupestre
se concentren aquí.
El clima es el "árido andino puneño", seco y frío, con lluvias estivales torrenciales, condicionado por el relieve y caracterizado por la gran amplitud térmica diaria (apud Buitrago y Larran 1994: 28). La flora también está comprendida dentro del Dominio fitogeográfico Andino-Patagónico (Cabrera 1957) y dentro de éste, en las Provincias Altoandina y de la Puna (apud Ruthzas y Movia 1975), la primera se caracteriza por el pastizal altoandino, con gramíneas y especies arbustivas, mientras que la segunda se presenta como una estepa de arbustos xerófilos cubriendo el piedemonte, interrumpida por algunos pastizales y por las comunidades asociadas a los ríos. La fauna es la misma que la descripta para los fondos de quebrada, además hay martinetas (Rhynchotus rufescens), importante por su potencial económico y en los niveles más altos hay cóndores (Vultur gryphus).
Esta descripción corresponde a las características medioambientales actuales de la Quebrada, las cuales han cambiado durante los últimos 10.000 años, fecha a partir de la cual hay evidencias de ocupación humana en el lugar. Durante el límite Pleistoceno - Holoceno hace unos 10.000 años atrás, estas tierras altas comenzaban a estar libres de las condiciones climáticas glaciares y periglaciares, transformándose en nuevos territorios aptos para ser colonizados por comunidades humanas; hacia el Holoceno Temprano (10.000 / 7.000 años atrás) el clima era mucho más frío y húmedo que el actual; durante el Holoceno Medio (7.000 / 5.000 años atrás) ocurrió un episodio de aridez llamado "Hipsitermal" que produjo un cambio drástico en el medioambiente; durante el Holoceno Tardío (5.000 años atrás hasta la actualidad) el ambiente se presenta más húmedo que durante el Hipsitermal pero considerablemente más seco que durante el Holoceno Temprano, registrando, a su vez, leves variaciones de humedad que afectaron y afectan a las poblaciones humanas y animales.
El clima es el "árido andino puneño", seco y frío, con lluvias estivales torrenciales, condicionado por el relieve y caracterizado por la gran amplitud térmica diaria (apud Buitrago y Larran 1994: 28). La flora también está comprendida dentro del Dominio fitogeográfico Andino-Patagónico (Cabrera 1957) y dentro de éste, en las Provincias Altoandina y de la Puna (apud Ruthzas y Movia 1975), la primera se caracteriza por el pastizal altoandino, con gramíneas y especies arbustivas, mientras que la segunda se presenta como una estepa de arbustos xerófilos cubriendo el piedemonte, interrumpida por algunos pastizales y por las comunidades asociadas a los ríos. La fauna es la misma que la descripta para los fondos de quebrada, además hay martinetas (Rhynchotus rufescens), importante por su potencial económico y en los niveles más altos hay cóndores (Vultur gryphus).
Esta descripción corresponde a las características medioambientales actuales de la Quebrada, las cuales han cambiado durante los últimos 10.000 años, fecha a partir de la cual hay evidencias de ocupación humana en el lugar. Durante el límite Pleistoceno - Holoceno hace unos 10.000 años atrás, estas tierras altas comenzaban a estar libres de las condiciones climáticas glaciares y periglaciares, transformándose en nuevos territorios aptos para ser colonizados por comunidades humanas; hacia el Holoceno Temprano (10.000 / 7.000 años atrás) el clima era mucho más frío y húmedo que el actual; durante el Holoceno Medio (7.000 / 5.000 años atrás) ocurrió un episodio de aridez llamado "Hipsitermal" que produjo un cambio drástico en el medioambiente; durante el Holoceno Tardío (5.000 años atrás hasta la actualidad) el ambiente se presenta más húmedo que durante el Hipsitermal pero considerablemente más seco que durante el Holoceno Temprano, registrando, a su vez, leves variaciones de humedad que afectaron y afectan a las poblaciones humanas y animales.
El
Paisaje Cultural de la Quebrada de Humahuaca
El paisaje
natural descripto dio marco al desarrollo de las comunidades humanas a través
del tiempo que fueron construyendo distintos paisajes culturales con gran
continuidad, mostrando siempre una forma distintiva de relación con la
naturaleza, que puede seguirse a través del tiempo, manteniendo un modo de vida
tradicional.
Este desarrollo humano local ha sido y es solo un caso particular del desarrollo general de la humanidad, estrechamente relacionado con los procesos históricos que estaban ocurriendo a escala global, con algunas particularidades.
Así, puede decirse que las primeras poblaciones humanas que llegaron a este territorio fueron solo un caso particular del proceso general que estaba ocurriendo hace 10.000 años cuando el fin de Pleistoceno y el comienzo del Holoceno daba la posibilidad de ocupar tierras que hasta entonces estaban o cubiertas por los hielos o con condiciones periglaciares poco favorables para la vida humana. Este proceso involucró la exploración, colonización y ocupación efectiva de estas "nuevas tierras", las cuales en aquel momento, debido a las características de los recursos y a la estructura de la demografía humana, permitían un modo de vida cazador recolector.
Este momento, que en este trabajo se denomina Bloque Temporal 1 (ca. 11.000 - 5.000 B.P., ver Tabla 1), está representado en el registro arqueológico del área en cuevas y aleros de quebradas altas (Huachichocana III, Inca Cueva 4 y 1, Pintoscayoc 1), que muestran para este rango temporal intensas ocupaciones domésticas como campamentos temporarios estivales de grupos de cazadores recolectores, donde las actividades más representadas son el procesamiento y consumo de fauna salvaje, principalmente camélidos (guanaco y vicuña) así como el reacondicionamiento de artefactos relacionados con la caza y el procesamiento de las presas (cabezales líticos y ganchos de propulsores, raspadores, raederas, etc.). En dos de estos sitios (Huachichocana y Pintoscayoc) fueron hallados contextos fúnebres que muestran procedimientos y rituales relacionados con la muerte, y, otros sitios (Inca Cueva 4 y 1) presentan pinturas rupestres con motivos abstractos, realizadas en el contexto de las actividades domésticas y relacionadas con el mundo de las ideas. Hasta el momento no se ha encontrado evidencia de sitios complementarios y se asume que esta ausencia se debe a los intensos procesos de erosión mencionados que pueden haber "borrado" a los sitios instalados en los fondos de valle.
Hacia finales de este Bloque Temporal 1 (ca. 7.500 - 5.000 B.P.) durante el Holoceno Medio, debido a la drástica reducción de humedad y al incremento de la aridez, el registro arqueológico muestra un "silencio", interpretado como el abandono o uso ocasional de estos territorios.
En los comienzos de Holoceno Tardío las poblaciones humanas retornaron para ocupar estos territorios, pero ahora en un modo diferente, iniciando un nuevo proceso en la relación con el medio ambiente. Esta situación estaba relacionada no solo con los cambios climáticos sino también con el incremento de la demografía humana a nivel supra regional, lo que parece haber producido una saturación de los territorios disponibles, resultando en la imposibilidad de mantener un modo de vida cazador - recolector y forzando a las comunidades a explorar otras opciones. Esta situación se desarrolló en los milenios siguientes, mostrando un proceso de domesticación de plantas y animales correlacionado con profundos cambios en la estructura de las propias comunidades humanas en los niveles sociales, políticos e ideológicos.
En la Quebrada de Humahuaca, este proceso, que también estaba ocurriendo a escala global en determinados lugares de la Tierra, tuvo aquí características específicas, y, debido a las condiciones locales de la estructura de los recursos, la densidad humana y los procesos que ocurrían a nivel supra regional, se crearon condiciones bajo las cuales las sociedades humanas nunca alcanzaron los niveles de complejidad que ocurrieron en otros lugares, como por ejemplo los Andes Centrales.
Las características de este proceso local permiten dividir este desarrollos en tres bloques temporales:
Este desarrollo humano local ha sido y es solo un caso particular del desarrollo general de la humanidad, estrechamente relacionado con los procesos históricos que estaban ocurriendo a escala global, con algunas particularidades.
Así, puede decirse que las primeras poblaciones humanas que llegaron a este territorio fueron solo un caso particular del proceso general que estaba ocurriendo hace 10.000 años cuando el fin de Pleistoceno y el comienzo del Holoceno daba la posibilidad de ocupar tierras que hasta entonces estaban o cubiertas por los hielos o con condiciones periglaciares poco favorables para la vida humana. Este proceso involucró la exploración, colonización y ocupación efectiva de estas "nuevas tierras", las cuales en aquel momento, debido a las características de los recursos y a la estructura de la demografía humana, permitían un modo de vida cazador recolector.
Este momento, que en este trabajo se denomina Bloque Temporal 1 (ca. 11.000 - 5.000 B.P., ver Tabla 1), está representado en el registro arqueológico del área en cuevas y aleros de quebradas altas (Huachichocana III, Inca Cueva 4 y 1, Pintoscayoc 1), que muestran para este rango temporal intensas ocupaciones domésticas como campamentos temporarios estivales de grupos de cazadores recolectores, donde las actividades más representadas son el procesamiento y consumo de fauna salvaje, principalmente camélidos (guanaco y vicuña) así como el reacondicionamiento de artefactos relacionados con la caza y el procesamiento de las presas (cabezales líticos y ganchos de propulsores, raspadores, raederas, etc.). En dos de estos sitios (Huachichocana y Pintoscayoc) fueron hallados contextos fúnebres que muestran procedimientos y rituales relacionados con la muerte, y, otros sitios (Inca Cueva 4 y 1) presentan pinturas rupestres con motivos abstractos, realizadas en el contexto de las actividades domésticas y relacionadas con el mundo de las ideas. Hasta el momento no se ha encontrado evidencia de sitios complementarios y se asume que esta ausencia se debe a los intensos procesos de erosión mencionados que pueden haber "borrado" a los sitios instalados en los fondos de valle.
Hacia finales de este Bloque Temporal 1 (ca. 7.500 - 5.000 B.P.) durante el Holoceno Medio, debido a la drástica reducción de humedad y al incremento de la aridez, el registro arqueológico muestra un "silencio", interpretado como el abandono o uso ocasional de estos territorios.
En los comienzos de Holoceno Tardío las poblaciones humanas retornaron para ocupar estos territorios, pero ahora en un modo diferente, iniciando un nuevo proceso en la relación con el medio ambiente. Esta situación estaba relacionada no solo con los cambios climáticos sino también con el incremento de la demografía humana a nivel supra regional, lo que parece haber producido una saturación de los territorios disponibles, resultando en la imposibilidad de mantener un modo de vida cazador - recolector y forzando a las comunidades a explorar otras opciones. Esta situación se desarrolló en los milenios siguientes, mostrando un proceso de domesticación de plantas y animales correlacionado con profundos cambios en la estructura de las propias comunidades humanas en los niveles sociales, políticos e ideológicos.
En la Quebrada de Humahuaca, este proceso, que también estaba ocurriendo a escala global en determinados lugares de la Tierra, tuvo aquí características específicas, y, debido a las condiciones locales de la estructura de los recursos, la densidad humana y los procesos que ocurrían a nivel supra regional, se crearon condiciones bajo las cuales las sociedades humanas nunca alcanzaron los niveles de complejidad que ocurrieron en otros lugares, como por ejemplo los Andes Centrales.
Las características de este proceso local permiten dividir este desarrollos en tres bloques temporales:
El Bloque
Temporal 2 (ca. 5.000 - 3.000 B.P.) corresponde a los inicios del Holoceno
Tardío y muestra una reocupación de cuevas y aleros de quebradas altas
(Huachichocana III, Inca Cueva 4) y el uso de nuevos sitios (Inca Cueva 7, Peña
"Aujero" de Coraya, Tomayoc), que muestran en algunos casos ocupaciones
breves con actividades domésticas y en otros depósitos de ofrendas especiales o
entierros humanos con características complejas y rico ajuar asociado. Los
hallazgos muestran que estaban ocurriendo cambios no solo en las prácticas
económicas, con las primeras evidencias de domesticación (Fernández Distel
1974, Yacobaccio 1997), sino también en las formas de ocupación del territorio
y en las prácticas sociales y rituales, asociadas a la presencia inicial de
substancias alucinógenas (Hernández Llosas 2000). Todas estas evidencias
sugieren que el modo de vida cazador - recolector llegaba a su fin, dando lugar
a modos más complejos de organización económica, social e ideológica que se
iniciaban aquí y se desarrollarían en los milenios siguientes.
El Bloque
Temporal 3 (ca. 3.000- 1.000 B.P.) corresponde a la consolidación de las
economías productoras de alimentos, caracterizadas por la combinación de
prácticas de agricultura, pastoreo y caza. Durante este bloque temporal el
registro arqueológico muestra importantes cambios que permiten subdividirlo en
segmentos:
- Segmento 1 (ca. 3.000 - 2.000 B.P.) corresponde al desarrollo inicial de este proceso mostrando cambios concretos en las prácticas económicas y la aparición de nuevas tecnologías, entre las que se destaca la cerámica. Los sitios conocidos se ubican en quebradas altas y corresponden a aleros y cuevas (Inca Cueva Alero 1, Cueva Cristóbal, Pintoscayoc 1, Tomayoc); estos sitios muestran actividades domésticas de consumo de alimentos, en este caso asociados al uso de cerámica; en Pintoscayoc 1 un contexto fúnebre muestra variación en las prácticas mortuorias y la presencia de artefactos de gran valor simbólico mientras que Inca Cueva muestra variación en la producción de pinturas rupestres.
- Segmento 2 (ca. 2.000 - 1.500 B.P.) corresponde a la consolidación de las prácticas económicas productivas. Los sitios conocidos se encuentran tanto en las quebradas altas (tales como Media Agua 1) relacionados con prácticas de pastoreo, como en los fondos de valle (Alfarcito, Estancia Grande) relacionados con prácticas agrícolas. Los sitios de quebradas altas muestran profusión de pinturas rupestres que retratan escenas de lucha entre distintos grupos asociados a camélidos. La distribución espacial de los sitios, sus componentes y las escenas pictóricas sugieren que estaban ocurriendo cambios drásticos en los patrones de uso de la tierra y que comenzaban conflictos por la demarcación de territorios.
- Segmento 3 (ca. 1.500 - 1.000 B.P.) corresponde a la expansión de los sistemas económicos desarrollados previamente. El registro arqueológico muestra sitios en quebradas altas con menor intensidad de ocupación (Tomayoc) y la aparición de más sitios en los fondos de valle (Antumpa, Vizcarra, Pueblo Viejo de la Cueva), los cuales presentan una estructura más compleja formando semi conglomerados más grandes, asociados a estructuras de producción agrícola. Esta evidencia muestra la tendencia a uso más intensivo de los fondos de valle asociados a la intensificación de las prácticas agrícolas que ocurrirán en momentos siguientes (Hernández Llosas 2000).
- Segmento 1 (ca. 3.000 - 2.000 B.P.) corresponde al desarrollo inicial de este proceso mostrando cambios concretos en las prácticas económicas y la aparición de nuevas tecnologías, entre las que se destaca la cerámica. Los sitios conocidos se ubican en quebradas altas y corresponden a aleros y cuevas (Inca Cueva Alero 1, Cueva Cristóbal, Pintoscayoc 1, Tomayoc); estos sitios muestran actividades domésticas de consumo de alimentos, en este caso asociados al uso de cerámica; en Pintoscayoc 1 un contexto fúnebre muestra variación en las prácticas mortuorias y la presencia de artefactos de gran valor simbólico mientras que Inca Cueva muestra variación en la producción de pinturas rupestres.
- Segmento 2 (ca. 2.000 - 1.500 B.P.) corresponde a la consolidación de las prácticas económicas productivas. Los sitios conocidos se encuentran tanto en las quebradas altas (tales como Media Agua 1) relacionados con prácticas de pastoreo, como en los fondos de valle (Alfarcito, Estancia Grande) relacionados con prácticas agrícolas. Los sitios de quebradas altas muestran profusión de pinturas rupestres que retratan escenas de lucha entre distintos grupos asociados a camélidos. La distribución espacial de los sitios, sus componentes y las escenas pictóricas sugieren que estaban ocurriendo cambios drásticos en los patrones de uso de la tierra y que comenzaban conflictos por la demarcación de territorios.
- Segmento 3 (ca. 1.500 - 1.000 B.P.) corresponde a la expansión de los sistemas económicos desarrollados previamente. El registro arqueológico muestra sitios en quebradas altas con menor intensidad de ocupación (Tomayoc) y la aparición de más sitios en los fondos de valle (Antumpa, Vizcarra, Pueblo Viejo de la Cueva), los cuales presentan una estructura más compleja formando semi conglomerados más grandes, asociados a estructuras de producción agrícola. Esta evidencia muestra la tendencia a uso más intensivo de los fondos de valle asociados a la intensificación de las prácticas agrícolas que ocurrirán en momentos siguientes (Hernández Llosas 2000).
El Bloque
Temporal 4 (ca. 1.000 - 550 B.P.) corresponde a la mayor intensificación de
las prácticas de producción agrícola, a la concentración de la población en
grandes poblados conglomerados, a la expansión de este sistema de asentamiento
por toda la Quebrada, proceso que va acompañado de la producción de tecnologías
más sofisticadas en cerámica, piedra y metalurgia y al inicio de cambios
profundos en la estructura social y política de estos pueblos. La evidencia
arqueológica es vasta para estos momentos mostrando más de 30 sitios (tales
como los clásicos Pucará de Tilcara, Yacoraite, Los Amarillos, Campo Morado, La
Huerta, etc.) con fechados radiocarbónicos que caen en este rango, sugiriendo
que por entonces estaba ocurriendo un proceso de intensificación económica,
política y social alcanzando niveles de complejidad mucho mayores a lo ocurrido
en momentos anteriores.
El Bloque
Temporal 5 (ca. 550 - 450 B.P.) corresponde a la conquista de este
territorio por parte de Imperio Inka, asimilando a las entidades políticas
emergentes locales bajo su dominio, a nivel militar, económico y político. El
registro arqueológico muestra esta situación tanto en la estructura de algunos
sitios como en la cultura material traída o producida localmente con
características incas. La conquista Inka marcó un importante evento en la
historia regional, el cual ocurría en concordancia con la situación que estaba
viviendo todo el Area Andina.
Poco tiempo
después, otros conquistadores llegaron a la región, como parte de un proceso
que estaba ocurriendo a nivel planetario: el encuentro de dos mundos, la
invasión de los estados expansivos europeos sobre América. Este encuentro marca
el Bloque Temporal 6 (ca. 450 - 150 B.P.) que corresponde a los hechos
históricos que abarcan la invasión española, la resistencia indígena, la
derrota final y el establecimiento de sistema colonial, lo que permite
subdividir al bloque en:
- Segmento 1 (ca. 450 - 350 B.P.) corresponde al primer encuentro entre españoles y aborígenes, los cambios que esta situación provocó en el modo de vida local y la reacción de los mismos que desembocó en la guerra de resistencia. Estos eventos están presentes en el registro arqueológico tanto en representaciones rupestres (Sapagua, Huachichocana 4, Pintoscayoc 1, etc.) como en sitios con estratigrafía (Pintoscayoc 1, Pintoscayoc 3). La derrota final de las poblaciones locales ante el invasor español, ocurrida hacia 1.600 A.D., cuando el sistema colonial comenzaba a operar en la zona, marca el final de 10.000 de desarrollo local independiente.
- Segmento 2 (ca. 350 - 150 B.P.) corresponde al inicio y desarrollo del sistema colonial, a los cambios drásticos que esto impuso en el modo de vida de las poblaciones locales y a la integración de la historia de esta región con el proceso general que estaba ocurriendo en el resto del mundo. La evidencia material de esta situación se encuentra diseminada por toda la Quebrada, bajo la forma tanto de edificios coloniales, como de cementerios, artefactos y documentos.
El desarrollo histórico posterior adoptó formas locales dentro de los procesos generales que estaban ocurriendo a nivel planetario. Las ultimas centurias fueron testigos de las guerras de independencia y el nacimiento de los estados nacionales y los procesos políticos posteriores. Así el Bloque Temporal 7 (ca. 150 B.P. - presente) puede subdividirse en:
- Segmento 1 (ca. 450 - 350 B.P.) corresponde al primer encuentro entre españoles y aborígenes, los cambios que esta situación provocó en el modo de vida local y la reacción de los mismos que desembocó en la guerra de resistencia. Estos eventos están presentes en el registro arqueológico tanto en representaciones rupestres (Sapagua, Huachichocana 4, Pintoscayoc 1, etc.) como en sitios con estratigrafía (Pintoscayoc 1, Pintoscayoc 3). La derrota final de las poblaciones locales ante el invasor español, ocurrida hacia 1.600 A.D., cuando el sistema colonial comenzaba a operar en la zona, marca el final de 10.000 de desarrollo local independiente.
- Segmento 2 (ca. 350 - 150 B.P.) corresponde al inicio y desarrollo del sistema colonial, a los cambios drásticos que esto impuso en el modo de vida de las poblaciones locales y a la integración de la historia de esta región con el proceso general que estaba ocurriendo en el resto del mundo. La evidencia material de esta situación se encuentra diseminada por toda la Quebrada, bajo la forma tanto de edificios coloniales, como de cementerios, artefactos y documentos.
El desarrollo histórico posterior adoptó formas locales dentro de los procesos generales que estaban ocurriendo a nivel planetario. Las ultimas centurias fueron testigos de las guerras de independencia y el nacimiento de los estados nacionales y los procesos políticos posteriores. Así el Bloque Temporal 7 (ca. 150 B.P. - presente) puede subdividirse en:
- Segmento
1 (ca. 150 - 100 B.P.) corresponde al proceso histórico que culminó en la
independencia de España, momento durante el cual toda esta región tuvo un
particular protagonismo. Las guerras civiles que le siguieron y la conformación
del Estado Nacional, eventos todos en los que esta región fue muy importante,
de los cuales hay evidencias materiales importantes y representativas.
- Segmento 2 (ca. 100 B.P. - presente) corresponde a la historia más reciente, también relacionada con eventos a escala global, que incluyen las migraciones de grupos a nivel supra regional, la llegada de inmigrantes europeos, los cambios en la economía regional, y muchos otros procesos que dan como resultado la situación actual de esta región. De todos estos procesos hay, no solo abundantes testimonios materiales sino también están presentes en las tradiciones aún vigentes.
- Segmento 2 (ca. 100 B.P. - presente) corresponde a la historia más reciente, también relacionada con eventos a escala global, que incluyen las migraciones de grupos a nivel supra regional, la llegada de inmigrantes europeos, los cambios en la economía regional, y muchos otros procesos que dan como resultado la situación actual de esta región. De todos estos procesos hay, no solo abundantes testimonios materiales sino también están presentes en las tradiciones aún vigentes.
A lo largo de todo
este proceso descripto y a pesar de los cambios drásticos producidos desde la
asimilación de esta región a la historia global a partir de la invasión
española, las comunidades locales y su relación con la tierra mantienen un
sello propio expresado en un modo de vida tradicional. Este modo de vida
tradicional está relacionado no solo con actividades económicas sino también a
nivel ideológico, simbólico y religioso. Esta situación muestra el hilo
conductor que une el pasado con el presente y permite reconocer la singularidad
y personalidad de este lugar específico del planeta.
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