Tuesday, August 03, 2010

Dalbavie - Bourdon



En el entorno urbano, y más que nunca sudamericano, estamops acostumbrados a vivir con la figura cuadrada, el ángulo recto, el cubo. La trama ortogonal de las calles, los edificios con sus techos terrazas, las habitaciones, los muebles, las mesas, pantallas de televisión, hojas de papel.
El cuadrado como última manifestación de la cultura humana, expresión de sus lógicas y de su racionalidad.
La Selva. La selva es un organismo vivo inmenso. Aún siendo tan caótica, la selva también tiene una trama, una organización, tan o más compleja que la ciudad, pero tal vez más difícil de percibir.
Lo que nos interesa en el terreno del concurso es la evolución de esas lógicas
en el espacio. La degradación de un sistema de urbano a lo selvático. De lo cultural a lo natural.




La implantación del programa en el terreno marcará una transición, un portal (en las dos direcciones), la frontera entre dos mundos cercanos.
Desarrollándose a lo largo de la costa con dirección a la triple frontera, el proyecto usará medios secundarios como caminos secundarios para intervanir y vincularse desde el medio urbano, mediante una expansión decreciente, llegando al interior de la selva.
Del encuetro de estos caminos nacerá la arquitectura. Son como dos flujos que se chocan, cambiando sus direcciones, los caminos suben y generan estructuras verticales.
Conforme al desarrollo lineal de la implantación, el programa se verá jerarquizado en diferentes elementos verticales, ubicados en un eje horizontal de circulaciones. En esa primera etapa de estudios de flujos, dinámica y conexiones, usaremos un lenguaje presente en la mancha: la linea.
Luego en el desarrollo formal y estructural de los elementos, y la precisión del plano, retomaremos la forma cuadrada con todas sus cualidades propias y su deformación. Así, estas estructuras verticales, propondrán una evolución desde su base, donde los cuadrados todavía se podrán leer, hasta una torsión general, llegando a las extremidades.
Esa evolución va a presentar diferentes densidades. La mayoría de los volúmenes serán abiertos (semi-cubiertos) y donde los cuadrados de la estructura se densifican, allí se desarrollarán las aulas, conformando parte integral de la estructura y de todo este sistema prolífico, que se introduce en la selva como un elemento orgánico, cuasi vegetal.




El Centro de estudios y Foro triple-fronteraserá el elemento mayor, cerca del Centro de divulgación y Albergues, situados en el punto de conexión de los dos caminos. Este Foyer de tres elementos permite dar una centralidad al complejo.
Acá se ubicarán los espacios abiertos intitucionales, entre las tres estructuras verticales que podrán unirse en le centro formando una cubierta, delimitando un gran vacío.
Los laboratorios y el muelle quedan como satélites conectados con otros caminos arquitectónicos, siguiendo el movimiento general explicativo en el plano del paisaje en dirección a la selva.
Estas estructuras además de soportar el programa, va a recibir también una invasión vegetal. Serán transiciones entre vegetal y programa. La imagen de los "tuteurs" es bastante pertinenete en este caso, como elemento artificial diseñado para dar dirección al crecimiento vegetal.
El vegetal cultivado. La arquitectura atrapada.

Antonuccio - Cerqueiro


El fluir del agua, encargado de generar llenos y vacíos dentro de la estructura de la selva, y el entramado de la ciudad ... dan lugar a nuevas espacialidades que unifican selva y ciudad.

El movimiento permanente del fluir del agua es el generador de los espacios.
Elementos verticales como el agua hacia las raíces, las raíces hacia el tronco y el tronco hacia la copa... la verticalidad de la selva se encuentra presente en la restructuración del espacio. La trama genera ritmos - equilibrios - texturas y entramados.
Todos estos conceptos se funden para lograr la unidad selva- ciudad.
La implantación es generada por brazos que se entrelazan y mezclan en forma de serpentina dentro de la selva, gestando así esa unidad planteada entre selva y ciudad.


El conjunto se encuentra situado muy próximo al río, sobre la barranca generando espacios con diferentes niveles sin necesidad de forzar el terreno, ni de intervenir tan abruptamente en la selva.

El espacio se estructura tanto verticalmente, como horizontalmente a través de diferentes ritmos generados, no solo por el lleno y vacío de la selva, sino también por lo elementos estructurales que en ella se incorporan.



El acceso es a través de dos medios físicos, uno terrestre - selva- y el otro acuático - río- de esta forma se produce una multiplicidad de espacios que hacen que el proyecto se lea como un recorrido dinámico.



En el centro de estudios y foro regional, al ser un lugar donde la concurrencia de gente por día va a ser muy grande, se pensó en diferentes niveles para generar en el espectador el recorrido de los espacios y la sorpresa de observar la selva desde diferentes niveles y puntos de vista.

La unidad entre selva y ciudad se observa en el edificio, generando así, una sola experiencia creativa y sensorial.







Ortíz



La apuesta es despegar del suelo el material arquitectónico. Entendiendo este nivel horizontal, la tierra, como punto de crecimiento vertical/ vegetal = “vegetical”.


Entonces la huella es aérea, “sostiene la pata”: para pisar poco, para sobrevivir, para poder sumarse al complot del árbol, para llegar a esa segunda “tapa” que es el cielo , para subir a la luz y a la distancia. Debajo la “sotto-selva” comienza a convertirse en un lugar habitable.

Como fondo la densidad vegetal: un espacio cerrado, con porosidad inmensa, como para dejar pasar un mono, otro árbol, varios insectos, una serpiente o un loro.


“ Naturalmente desafiamos a la naturaleza”. Construir en la selva es: aceptar el principio de crecimiento continuo, la presencia de lo imprevisto. Poder sumar el habitar a esa sinfónica vegetación dominante en plena lucha por la vida: luz y agua. La selva siempre gana: desde aquí todos los proyectos están destinados a ser “ruinas” participantes en secreto detrás de lo verde.

La arquitectura puja del viejo versus “civilización y barbarie” posa sobre el descubierto natural y desde ahí se abre paso por la selva baja, se suma a la trama y se deja tapar por ella. En el interior selvático las funciones privadas. Como primer frente las funciones públicas mas ligadas a un acceso rápido y caudaloso.



El proyecto se presenta como regulador de esas dos escalas: la del río y la de la selva, forma parte de ese borde. Al mismo tiempo es pórtico permeable de la basta naturaleza, repite la dirección del rio, para escucharlo, para encontrar una dirección clara de calma dentro de. La espacialidad cubre tres instancias de relación: con el río, con la selva, y la propia instancia humana, consigo misma. La relación con la selva esta “viva”, el proyecto hace situaciones para dejar pasar, para dejarse cubrir y trepar.









Paneles de distinta porosidad median la relación interior-exterior. La arquitectura se enuncia desnuda, como fractura expuesta de esa continua espesura natural. El proyecto conflictúa la relación entre la forma y la materia en su articulación con la forma tectónica. Para con el río solo el muelle, desde la costa se ve adentrada la geometría de la construcción humana saliente entre diversas texturas.


Domingo - Battista


Se hace fundamental el reconocimiento del extenso territorio selvático. Como un espacio en donde conviven una serie de elementos que construyen una compleja trama de revelaciones derivadas en las distintas decodificaciones dentro de la misma selva, como unidad superada de la individualidad de los distintos componentes.
Es importante poder comprender el terreno en toda su extensión, así mismo como al espacio con las variaciones de densidades, las cuales buscan organizar su estructura, la misma que se repetirá a distintas escalas dentro de la selva, definiendo un sentido de pertenencia.



Encontramos una buena comunicación terrestre y pluvial que en encuentran su equilibrio con el lugar:
Estas comunicaciones terrestres a medida que se acercan hacia el agua funcionan como ramas que se nutren y dan vida al lugar.
Las relaciones que se establecen entre las distintas ramificaciones que van nutriéndose hacia el agua y la luz en búsqueda de la vida del lugar orgánico, en tensiones con los distintos elementos compositores de la selva invitan a recorrerla tantos por los caminos propuestos como por los recorridos naturales.


Como conclusión de la idea y materialización del proyecto, se llevo esta idea-rama-proyecto en donde la estructura de la selva se repite en todas las escalas de la misma al edificio orgánico.

En donde la estructura de la rama se materializa con los troncos de los árboles y las hojas de la rama son las membranas de que dan la densidad el lugar.
El proyecto se materializa enteramente con la madera que se saquen de los árboles podados, naciendo nuevamente, dando simbolismo del material mas virgen del lugar.
También enfatizando mas aun la idea de sustentabilidad al proyecto, y por sobretodas las cuestiones el impacto sobre este maravilloso e inédito lugar ya que no hay grandes traslados, se hace todo in-situ, fundamental para no perturbar dicho habitat y se va fusionando con el lugar.

Es por ello que el proyecto sigue esa sustentabilidad y vida de los árboles caídos para dicha obra.


Carafi- López


La arquitectura del vacío
A través de senderos nos adentramos en la selva; generando una transición sutil entre la ciudad, la selva y el río. Estos senderos son claros, que se abren en la exuberancia de la selva logrando diversas situaciones.

El claro se entiende como un elemento más, generador de espacio, no como un vacío. La vida del hombre en la densidad de la selva es posible mediante el vacío. El edifico nace de los claros preexistentes, sin embargo, el límite entre la arquitectura y la selva es difuso, abundan los lugares indefinidos y los espacios de transición que permiten regular las variaciones de temperatura.

El edificio también nace sutilmente de la selva, los claros de este forman una aparente maraña, controlada, que lo articula.

Tiene ritmos marcados desde el corazón de la selva hasta llegar al río, nodos donde se conectan las direcciones, piezas con distintas densidades que conforman un todo y se van desmaterializando hacia el rio, tramas.


Franco - Santana



El hombre tiende, en su carrera hacia la civilización, a separarse de “entornos naturales” que serían aquellos no construidos por el hombre mismo.
Estos entornos desnaturalizados son las ciudades.



Ya dada por su génesis, la ciudad, o el entorno construido, se relaciona con la selva como lo haría un parasito o un depredador, dependiendo si se ve a la misma como un ente en sí o cada uno de los individuos que la conforman como únicos.
Nuestra búsqueda se enfoca en este punto y en la mejora hacia una relación más armoniosa o simbiótica de ambos entornos.

En la intervención generamos un conjunto accesible como una ciudad pero denso y confuso como la selva. Dentro del corazón del proyecto se encuentra el abra institucional, resguardado de los temores y violencias del verde, aunque en relación directa con el mismo.
Para llegar al centro hay dos maneras: desde el agua, o desde la tierra.



El acceso fluvial se da con total exabrupto, sea viniendo desde la triple frontera o desde las cataratas la percepción del borde costero cambia totalmente al llegar al conjunto. El mismo mete el río donde debería haber tierra y genera un lugar reparado de las corrientes pero con gran impacto visual.
Las escalas compiten con el entorno desde la cota 0, pero no con el resto de los edificios ya que la entrada se encuentra por debajo del nivel medio de la selva, ya desde este punto se visualiza al foro flotando imponente en el aire, explotando sonora y volumetricamente por el río (aunque su acceso será desde el abra institucional).



La percepción de llegada desde la tierra es mucho más previsible, al llegar al conjunto sea por tren eléctrico, bicicleta o algún otro móvil de tracción a sangre, se empiezan a ver pequeñas construcciones que dan aviso de la cercanía al lugar. Desde allí se accederá al centro del conjunto de una forma transversal al camino.



El gran abra es bordeado por los usos más populares y mientras más lejos del mismo, menos poblados, pero más constantes son los usos destinados.



Microcine, biblioteca, sala de convenciones y comedor, estarán en contacto directo con el centro.
En la distancia intermedia, entre la selva y la urbe, estarán las aulas, oficinas, alberges y usos generales.





Por más lejano está el Laboratorio el cual se accede luego de una pequeña caminata por la selva. En el laboratorio se analizarán todas escalas de la selva, desde la vida subterránea hasta la vida por arriba de las copas, por eso será uno de los puntos más altos del conjunto.



Arcos - Iacub

La estructura de la trama
Identificamos a la selva como un tejido continuo, estructurador, una gran trama, que apresa, contrae, se enreda, suelta, libera, filtra, cubre, asfixia.El foco comienza en una hoja, lo sigue una rama, se pega a un tronco, y así toda, toda continua, encadenada.Sobre este continuo, se entrelaza nuestra insinuación arquitectónica, apretando la estructura anterior, tejiéndose con ella, funcionando también de alguna manera como trama, rescatando de este concepto la idea de ser atravesada, de funcionar como diferentes tejidos en distintas direcciones, con ritmos claros y direcciones predominantes pero sin perder la transparencia / superposición / entrecruzamiento de componentes.
Se despega, vuela, gira, baja, se entierra y vuelve a salir a la distancia para volver a entrelazarse. Esta distancia permite percibir el juego de superposición de tejido.


La permeabilidad visual y el intento de desmaterialización del borde promueven una continua relación con el exterior, la selva y el edificio se rodean simultáneamente.
La estructura se descarna para pegarse a ese árbol, pisando por fuera, descomponiéndose a su vez en más elementos lineales, virtuales que traman más especialidad.



Madsen - Saavedra



La selva se esfuerza por tocar el cielo,
sus raíces se adentran en la tierra en sentido opuesto para sostenerla
y su vida fluye respondiento a este orden, yendo y volviendo,
en medio de relaciones y dependencias.




La luz se ve obligada a entrar como un fluído,
y junto con la humedad y los animales,
se adentran subordinados y comienzan a interactuar.



El hombre y el río arrasan la selva. El río es una luz y el cielo es agua.
Entonces la tierra y el cielo se encuentran.



El edificio busca la luz siguiendo una dirección predominante y sus raíces se adentran en la masa selvática perdiendo densidad. Al encontrarse con el río se quiebra y en este quiebre aparece el corazón del edificio, donde se mete el humano, llegando de un recorrido de incertidumbre inmerso en la selva, y se abre al acceso y allí empieza a interactuar con todo el conjunto.



Dirube - Pascual


Abrimos los ojos y estamos en la selva. La primera impresión es confusa, imágenes abrumadoras, sonidos, perfumes, colores...un gran caos de vida palpita a nuestro alrededor.

Luego nos damos cuenta q este gran caos está compuesto por leyes muy precisas. Un solo ser formado por pequeñas partes que gira entorno a la misma ley, una y otra vez.... Un movimiento continuo y en conjuntomillones de partes, un solo TODO

La selva se transforma por la extraña presencia de un ser externo a sí msma.El hombre no es bienvenido, no pertenece a la selva, solo intenta acompañarla