La arquitectura como constructora de paisaje.
Un artefacto que se arraigue al territorio.
Observar como centro de observación.
Un artefacto que se arraigue al territorio.
Observar como centro de observación.
Habitar el intersticio entre lo natural y lo artificial.
¿Cómo tensionar
los bordes entre el acantilado y la arquitectura?
Producir relaciones fluctuantes, vaivenes espaciales como
el mar que modifica el territorio según su intensidad.
Una arquitectura que habilite el juego entre el
paisaje y lo construido.
Edificar intensidades y pulsiones que crezcan, aparezca y
se disuelvan.
Albergue temporal y transitorio de fugaces experiencias y
profunda investigación.
Habitar la contemplación, aquellos momentos en que
juntos, arquitectura, paisaje y territorio, se conjugan desintegrándose en la
sensación.
Fenomenología volumétrica, el festín sensorial de esa
celebración cuya fauna festeja en estas costas.
2 comments:
este tiene muy bueno cortes. creo q a las plantas les falta una vuelta. esta muy buena la forma en que ocupan el acantilado y la parte de la pendiente suave
muy bueno che. altos dibujos
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