Monday, September 19, 2011

Ugarte - Perone


Diagonal Norte tiene una impronta edilicia más consolidada y mientras que la Diagonal Sur presenta esquinas y algunos huecos que no responden al perfil de avenida encajonada. Precisamente Diagonal Norte fue construida antes que la Sur, reforzando la prioridad del Norte por sobre el Sur.
Uno esperaría que el centro del país estuviera densamente edificado, pero en cambio, se encuentran huecos en forma de edificaciones bajas o grandes estacionamientos. La falta de límites geográficos (que hacen poco rentables las inversiones en terrenos muy costosos) y una primacía de los intereses inmobiliarios y especulativos en el planeamiento urbano de BS As dejan un tejido inconcluso en su mismo centro.
La diagonal sur se encuentra caracterizada por la presencia de sedes de la administración pública nacional y municipal, junto con otros edificios de asociaciones privadas así como hitos históricos. Alrededor de este eje y la Av. Belgrano hay gran cantidad de oficinas privadas. En las manzanas donde se ubicará el nuevo fuero judicial el uso principal es el residencial en forma de edificios precarios, otros abandonados y predios libres, esperando la extensión de la Av. Roca.
La renovación lenta y espaciada de la diagonal y sus alrededores ha llevado al encuentro de variadas formas de arquitectura recordando a diferentes momentos de la ciudad.
Diagonal Norte, por el período de su construcción participa de una impronta de renovación o refundación, mientras que Diagonal Sur es el intento de completar aquel paradigma que se pierde. Entra en una etapa y se ve rodeada por algunos edificios que desde el cuidado patrimonial cultural ya no pueden ser demolidos, por lo que su paradigma histórico podría chocar con una nueva concepción de la cultura urbana-nacional.
Las diagonales y la Av. De Mayo conforman la estructura de los ejes ceremoniales del rito popular de manifestación argentina. La presencia de grafitis en todas las persianas y paredes, y los restos menos duraderos (huevos y harina) en los organismos merecedores de algún repudio social lo atestiguan aun cuando no haya más que paseantes rememorando la historia un fin de semana. Marcas de una sociedad movilizada.
La Av. Belgrano funciona como límite urbano clarificando la dicotomía norte-sur porteña. Las manzanas de la futura intervención muestran una imagen deteriorada y de baja densidad, en parte por el conocimiento de un posible completamiento de la diagonal como por la misma calidad rezagada de este hemisferio de la ciudad.


Apertura de la diagonal hacia 9 de julio.
Mayor Compacidad en los fueros liberando el nivel peatonal de la diagonal desde donde se accederá a los fueros y ministerios.
Disminuir la escala del proyecto hacia el sur menos denso.
Aprovechamiento de vacíos urbanos existentes para la generación de una plaza que amplíe las visuales desde el sur, conservando en la esquina norte opuesta el encuentro entre la calle corredor y los edificios, sumando al contraste existente de arquitecturas en la diagonal.

7 comments:

Anonymous said...

Hay dos cosas dentro del análisis, que a mi parecer están erradas, al tomar en cuenta conceptos que creo ya no se aplican. O que por lo menos cabría preguntarse más a fondo.
Primero, el tema de lo “consolidado”, uno realmente espera que el centro del país este densamente edificado? Habría que preguntarse qué es el centro, y si lo pensámos por lo tanto como lugar depositario de los poderes federales y del simbolismo histórico creo que muchos casos, en muchas ciudades muestran lo contrario,“centros” que escapan a lo edificado.
Se destila en el texto una idea de lo no consolidado como algo peyorativo, algo a completar y edificar, y me imagino que quizá la estrategia para el sur podría ser pensada de otra manera.
¿El karma de vivir al sur? Lo dudo.
El otro concepto, creo ya demodé, la dicotomía sur-norte. Un análisis profundo resiste a semejante dialéctica? Esta división un tanto tajante esquiva varios factores que llenan de grises al sector. Además la av Belgrano como límite? Creería que si existe un límite es bastante más difuso. Y hay que sumar las lógicas del sur del conurbano bonaerense que se solapan en la capital y la hacen a esta dicotomía algo absurda. Si bien hay diferencias entre el “sur” y el “norte”, se entrejen diversos ejes transversales que creo dificultan una neta diferenciación de ámbos.

Agustín said...

Anonymous, lo que leíste no es un análisis absolutamente pormenorizado y profundo de la realidad urbana de la zona en cuestión. Son notas corregidas del relevamiento del lugar y del conocimiento de la historia urbana de Buenos Aires.
Además debemos aclararte que probablemente el termino densidad esté usado muy ampliamente, más exactamente nos referíamos a la ocupación discontinúa y poco compacta del centro, que no es solo el histórico, sino el económico. Precisamente al norte de la Av. De Mayo se encuentra la “city porteña” muy compacta y densa. Sin embargo eso se diluye hacia el sur. No nos parece casual, pero tampoco hablamos de esa realidad peyorativamente, puesto que personalmente me encantan los recortes heterogéneos de esas manzanas y de muchas otras de la ciudad, así como la particularidad que le otorgan a la diagonal Norte.
Sobre la estructura lógica-formal Norte-Sur de la ciudad (sumado al conurbano que no quisimos excluir) estoy de acuerdo en que existen zonas grises de transición y ejes transversales que pueden difuminar una realidad que no por ello deja de existir y que, como nosotros vemos, se marca claramente en ciertas lugares.
Por cierto, la lógica (mal usamos la palabra dicotomía) responde a una estructura de poder consolidada y fuertemente arraigada a la cultura urbana de Buenos Aires. Conceptos históricos no pasan a ser demodé porque alguien se canse de ellos. Mirar las estadísticas demográficas, de salud y educación, dejando de lado la superficialidad de la forma urbana, creo que nos aclara la cuestión.
Nos encantaría hablarlo mejor en el taller si es que por ahí estás. Si ves nuestras láminas te invitamos a acercarte. Siempre es bueno escuchar puntos de vista bien argumentados y discutirlos.

Marcelo said...

Bien de eso se trata de reflexionar conjuntamente de polemizar en el sentido mas amplio de la palabra y no quedarnos en la confrontación "insultante".
Tan claro el comentario de Anonymous como acertada la respuesta de Agustín.
Así crecemos

Diogenes said...

Estimado Agustín. Realmente me sorprende la riqueza de tu vocabulario, posees la no muy común capacidad de colocar en dos textos las mismas palabras para desarrolar conceptos diferentes, casi opuestos, realmente admirable. Sin embargo lo que más me sorprende es que no solo los conceptos, denominados por la misma palabra, cambian de contenido en sendos textos, sino que esto genera una genial disolución, casi total, del hilo conductor que los une.
En sintesis, me obnivila la capacidad con la que generas esa amplitud y heterogeneidad discursiva partiendo de una dicotomia conceptual, por no decir de palabras encontradas sin unión, o más bien sin trasfondo, casí con nada.
Para finalizar, y en consonancia con nuestro querido Marcelo, sigamos polemizando que con eso crecen y se multiplican, sobre todo las palabras y los comentarios, aunque como en la magia de tus textos, estos floten sin conexión. Un fuerte abrazo, y por favor no cuenten con migo para la proxima.

Borromini! veni para aca que te reviento! said...

No creo que haya conceptos demode, como sugiere ud, sr Anonimo, respecto a la dicotomia norte-sur. No veo el porque de tal aseveracion.
Dice ud: ..."Esta división un tanto tajante esquiva varios factores que llenan de grises al sector"... Es ese su argumento para definir como demode tal dicotomia? Esos factores que ud detecta pueden ser sintetizados en esto que agreaga mas adelante?:..." las lógicas del sur del conurbano bonaerense que se solapan en la capital y la hacen a esta dicotomía algo absurda"... no es suficente para definir como absurda la dictomia, esta siendo ud algo reductivo en su discurso, puesto que al incorporar en su exposicion la manera en que el conurbano se expresa ameritaria una mayor incorporacion de elementos que apoyen lo que ud sugiere. Al margen de eso, no hay conceptos demode sino maneras de encararlos que pueden llegar a ser obsoletas, su ud las detecta en el analisis del trabajo de Ugarte- Perone, deberia marcarlos.
Creo yo que dicotomias de ese tipo, hubo, hay y va a ver siempre puesto que las variables de analisis respecto de una porcion geografica de territorio son infinitas y cambiantes acorde a cada epoca de la historia; las hay fisicas y las hay sociales, culturales y economicas y la relacion de poder entre los individuos que habitan un determinado espacio, determinan y redefinen constantemente el favorecer una zona en detriMento de la otra.

Agustín said...

Diógenes, creo que la reelaboración de conceptos con las mismas palabras o con la complementación de otras, forma parte de la evolución de la interpretación grupal o personal. En verdad no creo que el hilo conductor o contenido se diluya, sino que se ve reforzado, precisado y en todo caso corregido en algunos puntos, sin ser por ello, contradictorio. Por otro lado, y en el plano semántico-sintáctico, y ya que Anonymous citó a la dialéctica, te diré que el uso de la palabra “concepto” para denominar términos no me parece apropiado, y coincido más con la enunciación de Hegel, quien dice que el concepto es una sumatoria de ideas, presente en varios párrafos y con la utilización de variados términos, por lo que usar el mismo término para un concepto corregido no es erróneo, ya que los términos en sí mismos pueden ser infinitamente subjetivos. (Fenomenología del Espíritu)

Particula said...

Ah, el viejo Hegel, hacia tiempo que no escuchaba (leía) su nombre en este blog. Me encanta. El único problema que le encuentro al viejo zorro de Hegel es que siempre se pisa su propia cola, la persigue como si quisiera morderla, rápido dando vueltas al ritmo de sus ladridos: "tesis, antitesis, síntesis"; la lengua afuera y el hocico babeando. Ah, el viejo Hegel, ante sus ojos todas las líneas se hacían círculos, todos los círculos se cerraban perfectamente.
Prefiero hablar de otras cosas, prefiero hablar de cosas que nos ayuden a perder el tiempo, esa piedra que las gentes cerebrales llevamos siempre a cuestas. Vi que se hablaba de conceptos, de conceptos redundantes, conceptos como términos o como sumatoria de varias ideas. Eso si que me interesa, los conceptos.
Coincido con Agustín en que un término no es un concepto, que estos se determinan más bien por un sistema de relaciones entre términos y que generalmente incluyen contradicciones. Pero pensándolo profundamente llegué a la reflexión de que los términos también se generan por relaciones de ideas, hecho que puede comprobarse con solo abrir un diccionario (o en su defecto entrar a la página de la RAE). Y es que los términos son realidades en sí, realidades tan móviles y vaciables que prácticamente no tienen un cuerpo definido, sino más bien una continúa mutación, realidades particulares si se quiere.
Sin embargo hay algo de lo que no puedo abstraerme (sobre todo teniendo en cuenta que acá mismo se nombra a dos filósofos de la talla de Diógenes y Hegel, grandes elaboradores de conceptos, cada uno a su modo) y es que esos términos o conceptos (como cada uno prefiera llamarles) tiene una intención determinada cada vez que se utilizan o se reelaboran. Esto me lleva a pensar que quizás no es cuestión de determinar un único esquema de relaciones para definir un concepto, como tampoco sumar y corregir constantemente una serie de términos que hagan variar infinitamente al mismo (lo cual se parece mucho a la infinita locura circular del zorro-Hegel), sino ubicar una o varias series de conceptos (algo así como relaciones entre relaciones) que nos permitan andar el camino que elegimos (porque al final, o más bien al principio, no nos queda otra más que elegir). De hecho, pensándolo bien, se parece bastante a eso de la "Mancha", ¿no? Una serie de relaciones analizadas y puestas en juego para plasmar y resolver una desición, para tomar un camino.
A las desiciones hay que tenerlas fuerte, porque a veces cambian tanto de dirección que terminan por escaparse, y en el momento en que se adaptan a cualquier pensamiento pierden su intención, su personalidad. Ay, se parecen tanto entre si las ideas cambiantes, sin ningún camino que andar.
Saludos a mis contemporáneos.