Martinez_Caruso

Propuesta de gran sensibilidad, pura emocion que parece invitar a la gente a ingresar en su gran caja de resonancia. El espacio se hace fluir llevandote hacia cada uno de los usos, bien dosificados. La volumetria parece nacer de la misma matriz de la que se genero la planta, con sus lineas ondulantes se inserta bien en el territorio. Falto madurar la estructura, y en los cortes no se percibe la misma calidad que en los otros elementos.

Jorge Stekar

No es necesario que lo verdadero tome siempre cuerpo,
es suficiente conque aletee alrededor, como un espíritu
y que provoque una suerte de acorde;
como cuando el tañido de una campana suena amistosamente
aportándonos un poco de paz”. Goethe.

La Escuela de Música nace hábilmente, completando el límite de la Plaza de las Artes.
Se acomoda y mimetiza suavemente con el paisaje a través de sutiles operaciones.
Apropiándose del vacío, mediante la incorporación de elementos de transición.
De un basamento con una materialidad y geometría más rígida,
que le permite establecer un diálogo más franco con los elementos colindantes.
De este modo se integra, y construye el paisaje;
pero nunca por ser paisaje, renuncia a ser arquitectura.
Tampoco renuncia a la poesía, a lo emotivo.
Una propuesta que oscila entre lo clásico (lo convencional) y lo extraordinario.
Juega explotando esa tensión:
a través de lo clásico de lo conocido, genera confianza;
con al creación de lo extraordinario aporta emoción.
La propuesta, transformar en arquitectura la música.
Componiendo con elementos clásicos que, dotados de flexibilidad y fluidez se tornan extraordinarios:
tal el caso del auditorio.
La sala del auditorio puede usarse de modo independiente, uso convencional.
Pero puede abrirse en ocasiones al patio,
o usarse como taller para clases teórico-prácticas.
o como sala de lectura de la biblioteca.
Se compone a través del sutil ritmo, logrado por la combinación de diferentes escalas de espacios;
las sensuales tonalidades, las suaves ondulaciones musicales, logradas por estas composiciones,
y variaciones, a través de las cuales se llega al patio, verdadera caja de resonancia de la escuela.
Una idea que describe esos temas.
En el interior, toda la complejidad del programa,
presenta una rigurosa y clara organización funcional.
Las líneas sinuosas refuerzan la imagen del instrumento musical.
Recorridos, transparencias, elementos orgánicos y luz natural.
Las formas ondulantes remiten a la madera pulida y brillante, tal vez a la caja de un violín.
Arquitectura que toca los sentidos, no es un juego puramente intelectual, conceptual y visual.
La totalidad no ha sido revelada, pero puede intuirse.
La música no toma totalmente cuerpo, pero se perciben sus vibraciones.
Lo que cuenta finalmente es el justo equilibrio entre función, forma y emoción.
Símbolo de la energía y la fluidez musical, el edificio se tradujo en un instrumento que invita a los estudiantes a meterse en sus entrañas y descubrir y crear música.

Lo mejor: la naturalidad con la que la escuela se integra al lugar. La integridad de la propuesta.
Lo que faltó: entender en los cortes el espesor del basamento que surge de la tierra, y la ingravidez, la ligereza y la gracia de las cubiertas, tal como lo manifiesta la maqueta.