Descubrimos a Campana como una acumulación de piezas
sensiblemente orquestadas por medio del vacío, que como elementos conformantes
de un organismo mecánico y principalmente sistemático, se conglomeran ante la
industria, y esta, ante el río, en sutil equilibrio, y en forma retroactiva
como un proceso de transmicisión de corriente desde la salida de un circuito a
su entrada de reacciones metabólicas.
De la misma manera en que las hormonas son controladas por
un mecanismo de retroalimentación, la industria , la ciudad y el río son como
un sistema parasitario que se mantiene en función siempre por uno de sus
productos finales. Esta relación, se dá entre el río y la industria, la
industria y la ciudad, pero no entre la ciudad y el río, produciéndose un
desequilibrio insustentable que se traduce en un gran vacio urbano a modo de
fuelle o barrera (la industria).
En base a estos conceptos, entendemos a Campana como un
generador de fuerza de trabajo o energía, que la industria cataliza por medio
del río y de la cual la ciudad se alimenta o vive. Entendemos a esta fuerza
como el conglomerante principal que mantiene al sistema unido y que se
materializa por medio de este vacío, un vacío que la ciudad acepta por ser
esencia de la cual ésta se alimenta, y es por la cual el cuerpo urbano se des densifica a medida que
se aleja de la fuente (el río).
Por este motivo proponemos una operación urbana que
contemple el vacío como amalgamante necesario (que termine por cerrar la
retroalimentación del circuito), convirtiendose así en el estructurador del
proyecto.
1 comment:
Impresionante!
Post a Comment