Tuesday, December 04, 2012

Feroletto-Ramos

 
La ciudad, que alberga el paso del tiempo, nos chista en cada esquina para contarnos una nueva anécdota. Las privilegiadas son aquellas que nos resultan cotidianamente imperceptibles ante el hábito de transitarla a diario.

Difícil de imaginar son esas llanuras que fusionan las pampas con los cielos, más aún es sentir el curso de los ríos, muchas veces estrecho, que desemboca naturalmente en los mares. Quién pudiera hacer del lunfardo un lenguaje propio y situarse en una recova donde el juego de luces y sombras sea una unidad de tiempo.
Buscando un diálogo entre el cielo y el suelo: la arquitectura. Aquí, dónde el ayer se entrelaza con el hoy, se implanta nuestro edificio.

 
El vacío se llenará para construir el diálogo, permitir la coexistencia, desindividualizar las torres de cristal, ajenas, hacerlas propias, usarlas de basamento, de marco, de fondo para una nueva escala en la ciudad, una ventana habitable donde se reconstruya el cielo y el intercambio cultural, una ventana espacial, a la vez, conformada por otras tantas más pequeñas, una analogía de buenos aires, ecléctica y compleja, como sus fachadas, sus ideologías, como el territorio argentino y sudamericano. Múltiple y a la vez unido por una ascendencia común.

Si hay algo que va a unificar la arquitectura será el lenguaje, un lenguaje simple de combinaciones complejas, como buenos aires. La complejización en búsqueda de belleza, de lo lúdico, que evoque a la imaginación, lugares dentro de lugares, es una forma de desarrollarnos mirando la historia (la trama, el tejido, los hitos -edificio Alas- los no lugares, el territorio, y a la vez construyendo algo distinto, alejado de lo preestablecido, y en búsqueda de lo nuevo, nuestro nuevo. Sería algo así como un dispositivo de la imaginación.
Habrá que recuperar las escalas intermedias, los grises, las galerías, los patios, los espacios ceremoniales. La escala del territorio, sus proporciones fundacionales, aquellas que embriagadas de espacio tomaban lo que necesitaban.

Las formas, recortan el espacio, crean una realidad con dimensiones, limitan. El límite entre provincias muchas veces es no visible, una sutura; hacia uno u otro lado existe la continuidad inseparable dada por lo más notable, el paisaje. El territorio, el paisaje natural, es lugar antes que cualquier otro asentamiento. Se vuelcan, desde lo alto de la Cordillera, surcando la tierra, arrastrados , los colores, las texturas, las luces, las sombras, las temperaturas, los sonidos, las velocidades..




3 comments:

Anonymous said...

sin plantas ni cortes, eso no es una entrega, un minimo de esfuerzo estaria bien!

Anonymous said...

Por no decir que se dieron el lujito de no entregar cuando se debía entregar....

Anonymous said...

jaja re bigote el comment