Compartimos fragmento del texto de Raymond Carver "Escribir un cuento" en el cual comenta sobre las dificultades y replanteos q implican al hecho creativo, en su caso, literatura.
En este sentido encontramos vasos comunicantes entre estas experiencias relatadas por Carver y aquellas q imaginamos suceden en esta instancia del ejercicio:
Cómo las intuiciones iniciales van develando anclajes más profundos donde sustentar los primeros ensayos de producción.
Entre sus consideraciones hallamos muy pertinente el pasaje donde plantea la importancia de entender y 'creer' en esas simientes proyectuales, como las semillas q comienzan a arraigarse tanto en el paisaje real como en la construcción de sentido, esos elementos q entendemos fundamentales a nuestra consideración de QUÉ ES LA ARQUITECTURA.
En especial respecto cómo, siguiendo estas intuiciones germinales e intentando comprenderlas y producir en consecuencia (poniendo énfasis en asunto de PRODUCIR), se logra articular sentido, pertenencia y espacialidad sustentados en esas latencias detectadas; y ahora materializadas/develadas en un lenguaje propio; de cada uno de uds; una construcción poética producto de las lecturas y entendimientos -entre subjetividades y coherencias- q les motiven en esta articulación q transforma intuiciones en lenguaje tectónico.
"(...)En un ensayo titulado Writing Short Stories, Flannery O’Connor habla de la escritura como de un acto de descubrimiento. Dice O’Connor que ella, muy a menudo, no sabe a dónde va cuando se sienta a escribir una historia, un cuento... Dice que se ve asaltada por la duda de que los escritores sepan realmente a dónde van cuando inician la redacción de un texto. (...)
Cuando leí esto hace unos cuantos años, me chocó el que alguien pudiera escribir de esa manera. Me pereció descorazonador, acaso un secreto, y creí que jamás sería capaz de hacer algo semejante. Aunque algo me decía que aquel era el camino ineludible para llegar al cuento. Me recuerdo leyendo una y otra vez el ejemplo de O’Connor.
Al fin tomé asiento y me puse a escribir una historia muy bonita, de la que su primera frase me dio la pauta a seguir. Durante días y más días, sin embargo, pensé mucho en esa frase: Él pasaba la aspiradora cuando sonó el teléfono. Sabía que la historia se encontraba allí, que de esas palabras brotaba su esencia. Sentí hasta los huesos que a partir de ese comienzo podría crecer, hacerse el cuento, si le dedicaba el tiempo necesario. Y encontré ese tiempo un buen día, a razón de doce o quince horas de trabajo. Después de la primera frase, de esa primera frase escrita una buena mañana, brotaron otras frases complementarias para complementarla.
Puedo decir que escribí el relato como si escribiera un poema: una línea; y otra debajo; y otra más. Maravillosamente pronto vi la historia y supe que era mía, la única por la que había esperado ponerme a escribir.
Me gusta hacerlo así cuando siento que una nueva historia me amenaza. Y siento que de esa propia amenaza puede surgir el texto. En ella se contiene la tensión, el sentimiento de que algo va a ocurrir, la certeza de que las cosas están como dormidas y prestas a despertar; e incluso la sensación de que no puede surgir de ello una historia. Pues esa tensión es parte fundamental de la historia, en tanto que las palabras convenientemente unidas pueden irla develando, cobrando forma en el cuento. Y también son importantes las cosas que dejamos fuera, pues aún desechándolas siguen implícitas en la narración, en ese espacio bruñido (y a veces fragmentario e inestable) que es sustrato de todas las cosas.
La definición que da V.S. Pritcher del cuento como “algo vislumbrado con el rabillo del ojo”, otorga a la mirada furtiva categoría de integrante del cuento. Primero es la mirada. Luego esa mirada ilumina un instante susceptible de ser narrado. Y de ahí se derivan las consecuencias y significados. Por ello deberá el cuentista sopesar detenidamente cada una de sus miradas y valores en su propio poder descriptivo. Así podrá aplicar su inteligencia, y su lenguaje literario (su talento), al propio sentido de la proporción, de la medida de las cosas: cómo son y cómo las ve el escritor; de qué manera diferente a las de los más las contempla. Ello precisa de un lenguaje claro y concreto; de un lenguaje para la descripción viva y en detalle que arroje la luz más necesaria al cuento que ofrecemos al lector. Esos detalles requieren, para concretarse y alcanzar un significado, un lenguaje preciso, el más preciso que pueda hallarse. Las palabras serán todo lo precisas que necesite un tono más llano, pues así podrán contener algo. Lo cual significa que, usadas correctamente, pueden hacer sonar todas las notas, manifestar todos los registros."
Esperamos q les resulte útil en el descubrimiento y entendimiento de los pasos q estamos desandando y, prospectivamente, imaginar los próximos.
9 comments:
muy buen texto! es muy interesante pensar que el proceso proyectual/creativo no busca concretar una idea preconcebida, sino generar un conocimiento a través de él: descubrir qué es lo que se quiere hacer a medida que se lo hace. como dice otro escritor, josé donoso, en su libro "el jardín de al lado": "uno no escribe porque quiere decir algo, sino para saber qué es lo que quiere decir"
...algo pasó el lunes que los profes se enojaron?
Acaso no era que los docentes eran practicamente pares a esta altura de la carrera, un poco de auto-crítica señó!!!!
La verdad que a veces no se entiende cual es la consigna, y por mas que lo expliquen varias veces, no queda claro por que utilizan una y otra vez la misma forma y lenguaje..
...es cierto, creo que el proceso de abstracción que venimos viendo para empezar a gestar un proyecto debería ser algo más vertical, algo evolutivo dentro de la cátedra. No quiero discriminar a alumnos nuevos, venidos de otras cátedras, pero ya aburre esto de hacer la mancha y encontrar la esencia durante 3 meses y medio y la última semana te meten el dedo....dicen que buscan ponernos en crisis....
nada de enojos,
si hay (y habrá) un énfasis en plantear cómo definimos pautas pedagógicas y hacia dónde intentamos guiarlas, aspecto en el cual el tema de la paridad no es viable.
después... en la charla, en la discusión, nuestra postura es siempre de paridad en el taller, lo q si pedimos es q al discutir no se sientan intimidados ante nuestro preguntar y repreguntar, ya q estamos intentando entender lo q nos proponen y al mismo tiempo impulsarlos a q uds mismos entiendan esto q proponen;
y recién desde ese punto actuar como guías
(q x supuesto uds pueden refutar: desde sus argumentaciones q requerimos como mínimas herramientas para corregir, charlar, etc)
no es bueno creerse en un estado superior arriba de los que vienen de otras catedras porqe por los que se ve los que vienen de pedemonte tampoco la tienen nada clara.
si te crees que la tenes tan clara que te aburre todo esto fijate porque no se estaria viendo en las entregas
a nsostros nos esta costando un monton pero nos parece muy bueno lo que se esta piidiendo
porque no te callas
creo que la voluntad de los docentes es mas que buena, lo único que a veces no se hacen entender o logramos entenderlos, sea como sea el punto esta ahí, porque es común hablar con otros compañeros y dicen no entender que es lo que hay que hacer o bien entienden diferentes cosas, creo la mayoría que estamos en Pedemonte estamos abierto a esta modalidad de trabajo. pero me gustaría pulir ese detalle para no pasarnos un fin de semana produciendo algo que no tenemos del todo claro.
...respondiendo al o la que hizo el comentario de las 4:06 o comentario nº6. Tal vez no entendió el mensaje. Lo que dije es que estaba bueno en A1, A2 y por ahí nomás en A3. Que no se notó una evolución en la manera de encarar el trabajo y que se respetó al compañero que viene de otras cátedras sin darse cuenta que el "alumno vertical" necesita de otras motivaciones. Pero bueno, también hay que poner en juego lo que uno hace y motivarse para pasarla lo mejor posible.
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