Thursday, December 10, 2009

Micaela Corro Molas - Leonor Gregui / Gonzalez-Salas

La estrategia urbana intenta generar una unión franca entre ambas márgenes del Riachuelo, y se basa en una visión nostálgica de elementos con una presencia muy fuerte y que gozan de un arraigo cultural muy marcado: el baile de tango, los barcos que se oxidan olvidados en las aguas del Riachuelo.



Esta mirada hace posible identificar determinados puntos de interés e incluirlos dentro de una trama que utiliza recursos rítmicos y figuras propias del tango como una herramienta que permite establecer vínculos entre los circuitos peatonales turísticos y barriales, puntos de valor histórico-cultural y un paisaje urbano con hitos tan fuertes como el puente trasbordador, grúas, guinches característicos del paisaje portuario y multitud de barcos que esperan olvidados.



En este contexto el edificio FILTRO se presenta como uno más de estos barcos encallados, pero que lejos de ser un objeto de antaño olvidado, permite ser recorrido y representa la posibilidad de saneamiento del Riachuelo.
Su ubicación, uniendo ambas orillas, privilegia su función pública: ser un puente público practicable, independiente del funcionamiento del edificio.




La organización espacial, reconoce un ámbito más urbano con una presencia pública más marcada, donde dispone las actividades administrativas, y del lado de provincia las actividades industriales y reparte con acierto las funciones culturales y recreativas en ambas márgenes para generar una fuerte vinculación entre los paseos costeros propuestos en ambas orillas.
Asimismo esta organización programática del edificio se traduce en un lado más cerrado y hermético y en otro más permeable, que recrea la silueta de un barco.



Tal vez faltó resolver la llegada al edificio desde los paseos costeros, que si bien se insinúa a través de un tratamiento de solados, no es del todo ajustado. Faltó regular las distintas escalas de aproximación.
Algo similar ocurre con el acceso al edificio. Quizás la clave para resolver esta llegada estuviera en aprovechar un basamento que cumpliera la doble función de separar el edificio del suelo y conducir al visitante a su interior.
El puente peatonal también merecía un estudio más ajustado en cuanto a su arranque y su término (qué puntos vincula y de qué modo).






Donde la presencia náutica es más fuerte es en la organización espacial y estructural. Paradójicamente, la premisa de trabajar con una estructura de acero, exigió que el barco se despegara del agua.
La estructura, que mereció un sinnúmero de maquetas de estudio, se resolvió con acertada síntesis, combinando elementos repetibles a lo largo de una costilla longitudinal, que conforman una especie de quilla, y la flexibilidad del volumen está dada por los elementos de cierre, que son los que permiten la variedad.







La planta logra un ajustado equilibrio en el que se relacionan las distintas escalas de uso y donde la estructura principal acusa un ritmo de grandes luces (hall acceso, auditorio), y donde es vital la aparición de escalas intermedias (exposiciones) y pequeñas (apoyos, núcleos).

La maqueta 1:50, permite la comprensión de aspectos relativos a la materialidad, a la dimensión y combinación la estructura en todas sus escalas y permite desarrollar plenamente un lenguaje espacial propio.
Esta espacialidad es la que me hubiese gustado ver en los cortes, cuyo exploración es una asignatura pendiente.

Un proyecto sobre el que han trabajado con mucho entusiasmo y perseverancia y los resultados están a la vista…
E la nave va !

Felicitaciones por el trabajo!
Karina Mellace

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