Una implantación sensata y simple, bien ubicada en el contexto, que retoma en su geomtría el ritmo del tejido y los trazos geográficos del río.
Ya desde esta disposición, encuentra un vínculo metropolitano, consolidado e institucional junto a la sutileza de escalas del tejido doméstico de Isla Maciel, generando espacios públicos, accesos, recovas, etc. Esta cualidad de tomar dos aspectos muy diferentes y complementarlos en un único organismo creo es la mayor virtud del trabajo.
El reconocimiento de la estructura en ritmos, direcciones y secuencias hace reflejo en una arquitectura moderada en elementos que se articulan mediante la composición de esas piezas espaciando o acercandolas, retirandolas del frente, generado trabas verticales y horizontales, resultando en una documentación básica completa y unificada en su expresión de la propuesta (cortes, plantas, vistas y maquetas compenen distintos aspectos de una misma concepción del edificio).
La modulación es eficiente y refuerza los usos planteados, a la vez que se complementan funcionalmente con los nodos de cruce: en planta con circulaciones y halles; en corte con apoyos y núcleos verticales. Esta situación se manifiesta apropiadamente en la volumetría, enlazando las piezas q componen la totalidad con gracia armónica y escalas precisas.
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