Izaguirre-Romero

Posibilitar a partir de una planta satelital de una zona, un germen/idea que estructure la capacidad cognitiva de Campana como ámbito, en principio aparece como un trance difícil de sostener. Pero al cambiar el eje de lectura, a partir de la visión común, a otra, situándola en sentido vertical, donde pareciera que se modifica la lógica habitual, comienza a generar una relectura que trastoca los elementos.

Si a esto, le sumamos que los accidentes geográficos y situaciones que naturalmente existen, se modifican por medio de un collage a partir de las visiones sensibles del lugar, generando una trama muy particular de densidades. Donde se trastoca en el detalle, en la parte, pero sin modificar la percepción de la visión general, para no alejarnos demasiado del recuerdo de este referente, como datos de la construcción general, para que la magia no se diluya.

Lo que antes era el borde del rio, o las vías del tren, o la estación, o algunos galpones, o simplemente vegetación, comienzan a tomar otro significado. Comenzamos a ver una trama generada por ejes, ritmos, pausas, vacíos, densidades.

Es así, que a partir de esta abstracción del lugar, en términos de potencial discurso tectónico, se genera un hilo conductor en el trabajo, comenzamos a hablar de filigranas donde los signos son los protagonistas, organizados a partir de una secuencia ritmada de claroscuros, donde se filtran direcciones y proporciones que organizan los vacíos a partir de esta intencionada continuidad, y de una composición geométrica estructurante y aglutinadora. La idea generadora, es entonces conjugar estos puntos estancos con los flujos necesarios para conectar los nodos detectados, generando un tajo de posible circulación principal, más una serie de posibles circulaciones secundarias que alienten y posibiliten el recorrido. Estos flujos se vinculan con densidades que se van cerrando en sí mismas, algunas abiertas, otras cerradas, creando así posibles espacios particulares, que se podrán ir descubriendo, reinventando y apropiando

Pareciera que habría que generar, por medio de una sucesión continua de operaciones, mayores abstracciones para lograr develar y comprender estos signos, capaces de articular las distintas piezas en este renovado relato. Sumándole además, otras visiones capaces de sugerir como seria el discurso corpóreo de estas tramas, que permitan tener una visión general mas acabada, cualificando las características propias y representativas de estas, asignándoles distintas jerarquías posibles. Todo esto ya a partir del entender la concepción general y particular como concepto, en pos de un potencial tectónico.

Jorge

Memoria de los autores

Vivimos como principal conexión y relación con la ciudad de Campana, una complejidad en lo que deviene con el acero, el protagonismo que genera sobre la LINEA DE HORIZONTE, donde aparecen innumerables estructuras (verticales, rítmicas, de distintos tipos y tamaños, para distintas funciones) que por parecidas o no que lo fueran, son parte de un todo, de un sistema. Hallando esa relación recíproca, estable, sujeta a leyes, en la ESTRUCTURA que las conforman. Estructura que permanece invariable, se transforma cuando se produce un salto cualitativo, demandante. Cambio que podría tan solo verse en forma hibrida, donde el límite entre estas relaciones pasa a desentenderse de algo tajante y comienza a delimitarse con el uso o con el paso del tiempo. A formar un espacio que solo y con cada una de estas partes es como lo vemos hoy.

Surge entonces, de propuestas combinadas, como componentes separados o reglas individuales, que se conjugan en pos de algo que no es pensado a previo.