Monday, May 28, 2012

Pro-vocaciones


La forma o actividad práctica es la voluntad, productora de acciones.
Con la forma teórica el hombre comprende las cosas: con la práctica las cambia. Con una se apropia del universo con la otra lo crea.
Es impensable una voluntad independiente del conocer. La voluntad ciega no es voluntad. La voluntad tiene ojos.

Nos hemos permitido una “visión intuitiva”. Entendida como aquella posibilidad de desarrollar un espíritu fruto del lugar, de sus habitantes, de su entorno. De entenderlo en su absoluta completitud, esto es entero en su marco ampliamente contextual. Comprendiendo la profunda influencia que el suelo ejerce. Una arquitectura con raíces: arraigada a nuestro ser y sentir.
Hablamos de “Imprecisas alquimias” donde la imprecisión hace referencia a positivas validaciones subjetivas aportadas por la sensibilidad de cada uno de ustedes.

Es el momento de que extendamos las manos para ejecutar en grande aquellos movimientos que antes realizamos en pequeño.
Escoger es querer: querer esto y no querer lo otro.
Todo conocimiento por abstracto que sea, puede ser guía de actos prácticos.
“El límite a partir del cual una cosa empieza a venir a presencia”.

Tenemos un sin número de preguntas cuyas respuestas debemos develar aún.
Hemos de algún modo intentado descifrar el mundo a través de nuestros ojos, para rehacerlo. ¿Cómo rehacerlo sin descifrarlo?
El desciframiento parte de la situación más difícil, que no es tanto la latencia  sino su continuidad. Una lectura del mundo en términos seriales, asociativos, homológicos, es decir poéticos.
Como vimos el dibujo y las maquetas asumen toda su potencia: construyen conocimiento gráfico, nos permite indagar, comunicar y en última instancia, nos brindan la posibilidad de apropiarnos de un pensamiento gráfico proyectual en el cual debemos mantener la coherencia del discurso además de la pertinencia disciplinar de la propuesta.

Y debemos tomar decisiones que permitan convenientemente esa continuidad. Instancias que nos permitan hablar siempre con mayor profundidad de lo mismo.
La conveniencia entendida como vecindad conceptual. Son convenientes las cosas que, acercándose una a otra, se unen: sus bordes se tocan, sus franjas se mezclan, la extremidad de una traza el principio de la otra. Así se comunica el movimiento, las influencias y las pasiones, lo mismo que las propiedades.
La conveniencia es una semejanza ligada al espacio en la forma de “paso a paso”. Pertenece al orden de la conjunción y del ajuste.
Por el encadenamiento de la semejanza y del espacio, por la fuerza de esta conveniencia que avecina lo semejante y asimila lo cercano, se conforma un todo coherente. Hay en esta emulación algo del reflejo y del espejo.
¿Dónde está la realidad y dónde la imagen proyectada?

Un idioma se define mejor por lo que obliga a decir que por lo que impide decir.
En este sentido, es fundamental aquello que cada uno de ustedes está obligado a decir.

El movimiento, la transformación, los ritmos, las secuencias, no son fines en sí, sino instrumentos que sirven para dar respuesta a un conjunto de motivaciones conceptuales. Existen en función de un pensamiento. Son funcionales al mismo.
Es desde esa realidad anterior a la obra – la realidad significativa de la palabra, la realidad perceptiva del paisaje – que entendemos y apreciamos la transformación que el proyecto propone.

Si en el comienzo el trabajo se articuló en torno a los datos de la percepción – reveladores de especificidades necesarias para la definición de la idea – esta etapa tendrá por eje el desarrollo y la concreción del fundamento conceptual de la misma.

En el acto creativo, se pasa de la intención a la realización a través de una cadena de decisiones. Paul Valéry habla de un “drama” interior. De una serie de aventuras y de agitaciones. 
La diferencia entre lo que se había proyectado realizar y lo que finalmente resulta es lo que Marcel Duchamp llama “coeficiente de arte”. Sin que pretendamos realizar tal medición, si aspiramos a que sea lo más fiel posible.

El tipo de artista poseído por las musas, el inspirado que no sabe lo que dice pues habla por boca de seres superiores, se diluye ante el artista investigador que trabaja con ostinato rigore (Leonardo)
Tenemos una intención: tender hacia y debemos hacerlo con inteligencia y voluntad.

Debemos dar respuesta a llamados, a provocaciones, de vacíos por llenar. Son esas pro-vocaciones las que permitieron que surjan luego las vocaciones.
La vocación no surge solamente cuando se descubre en uno mismo ciertos poderes sino cuando se detecta en el mundo un vacío que es preciso llenar… sin provocación no hay vocación (Dufrenne).
Y cada uno ya ha enunciado esa vocación. 

Karina Mellace

5 comments:

el de la Yampla said...

muy bueno arquitecta!!!

sumándome a las frases atribuidas a leonardo, una q se complementa al contenido de la publicación, aquella q dice algo así como:

"desdichado el artesano cuya mano es más hábil q su mente"

dimao

dimao said...

(aclaro)quiero decir:

la mente imagina mundos, la mano los representa -esto es los vuelve a presentar- en un gesto de fidelidad pero siempre mediante la metáfora de la representación.

Anonymous said...

bueh...

Anonymous said...

Muy bien karina, no hace falta salir a aclarar nada y menos aclaraciones de la aclaración, nos quedamos con tu subida.
Gracias

Anonymous said...

hahahahahaha