Contexto
El verde de la reserva se hace
presente y avanza sobre la isla, delimitando grandes espacios y ramificándose,
perdiendo fuerza cuando el tejido urbano predomina y casi desapareciendo ante
la inmensidad de los talleres, para al fin transformarse a medida que se acerca
a la costa, convirtiéndose luego en una gran masa de agua.
Cuando el avance de la naturaleza se
encuentra con la artificialidad de la ciudad, se genera una mezcla entre ambas
que se conjuga en un distribuidor de espacios, sector necesario que introduce
al visitante en la isla y advierte de la diversidad de escala de los edificios.
Enfoque
La primera visión parados desde el
agua, arroja una impresión de relación tierra-agua, en donde el río compuesto
por aguas turbias debido a la actividad de los barcos y contaminación, es un
claro reflejo de lo que sucede en la isla, actuando como un espejo ante el
resplandor del sol. Se produce así un borde artificial, producto de la
mano de obra del hombre. La tierra pierde vigencia y cede lugar ante la masa de
agua mediante un corte abrupto en el terreno.
Distinta es la visión desde la tierra,
donde el movimiento sólo se hace evidente hacia la costa y el color cobrizo
destaca ante la variedad de edificios y texturas que el lugar propone. El
oxidado metal por momentos parece disimulado al punto que las piezas parecen
pintadas, dando cuenta evidente del paso del tiempo y su influencia en la zona.
La reserva natural vecina genera otro tipo de borde, natural y
progresivo, el cual cobra un diálogo con el agua mucho más ameno al llegar
pausadamente la tierra hacia su contacto.
Concepto
Tomando como
base el criterio de ciclos de vida y la transformación, dentro del estado de
“nacimiento”, el objeto se empieza a constituír y emerger conformándose por
toda la materia prima parte del mismo territorio. Posee un ritmo pasivo y
lineal, con elementos disímiles entre sí y de progresivo crecimiento. Dentro de
la “vida” el objeto alcanza su mayor esplendor, mostrando la diversidad de sus
elementos y la reelaboración de los mismos, conformando espacios y generando
situaciones diversas. Se presenta un ritmo mucho más activo relacionado a la
intensidad de la vida y movimiento.
En el último
tramo del ciclo las situaciones pierden intensidad e importancia, el objeto se
vuelve tosco y pesado, acaso refiriendo al estado de reposo de los barcos en
desuso.
Entendiendo un punto de
contacto entre la vida y la transformación del objeto, se presenta una
situación de encuentro de elementos, los cuales al cruzarse se bifurcan… se
separan sus partes, pasando a formar parte de un nuevo nacimiento; de
Arquitectura.
MATERIALIDAD
Los ciclos de vida en la isla se dan
tanto naturalmente como artificialmente, entendiendo este último como el
período de vida de los elementos construidos por el hombre. Los barcos, exponentes
fundamentales dentro de la isla, son creados, fabricados, estudiados, usados y
descartados en la misma. Tal es así que su materialidad metálica se comienza a
utilizar de diversas formas que refieren al ciclo de vida anteriormente descripto,
donde la estructura metálica ya no empleada en los barcos, comienza a generar
los espacios propuestos.
A la hora de materializar el proyecto se
tuvo en cuenta cuestiones como la relación del edificio con su entorno natural,
la expresión hacia el exterior de lo que sucede en el interior (usos y programa),
expresión de ideas independientes al edificio y a la arquitectura y por sobre
todo el carácter audiovisual.
Se propuso hacer foco en el material
metálico usado con operaciones proyectuales que permitan generar una morfología
particular y pertinente a través de una organización funcional, tipológica y
tecnológica acordes al contexto y situación. La misma responde a 4 situaciones
consideradas de gran importancia: la relación con la ciudad costera y el dique,
la relación con la ciudad lejana (diálogo con vuelta de rocha), la relación de
horizonte con respecto al río y la relación con el Atrio.
Para ello se genera una doble piel metálica compuesta por
fajas de distintos tamaños que por momentos avanzan con respecto al borde del
terreno y por otros se retraen, componiendo un único volumen y
desmaterializando el mismo borde.
SUSTENTABILIDAD
Ambas pieles
permiten conseguir un control climático eficaz con una fachada ventilada que
irradia el calor, logrando así el confort térmico interior sin consumo de
grandes volúmenes de energía.
La piel
exterior, resuelta con chapa metálica con diversos grados de densidad y a
precisas distancias, permite que en verano, por la inclinación de los rayos
solares, las distintas capas se sumen, disminuyendo de este modo la
transparencia de la piel. En invierno ésta se mantiene y el calor permanece,
provocando en ambos casos un sustantivo ahorro energético.
La propuesta constructiva responde
al concepto de arquitectura sustentable, incorporando estrategias de diseño que
lo hacen energéticamente más eficiente. Algunas de ellas son: doble piel
exterior como control de la temperatura interior, aprovechamiento de la
iluminación natural, aprovechamiento de la circulación del aire natural a
través de vacíos que conectan las plantas técnicas, utilización de materiales
reciclables y no contaminantes, reutilización de agua de lluvia y de aguas
grises para el riego, certificación ecológica de los materiales a utilizar,
tratamiento y clasificación de los residuos producidos por el edificio y áreas
verdes a modo de pulmón.
3 comments:
Buena!!! Mucha potencia este trabajo! Saludos.
es horrible
Tiene mucha onda!! va para adelante!!
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