Fontclara - Ricci

 

Entender la “cosa audiovisual” como inserta dentro de la ciudad que la carga de sentido y contenido, su fuente emisora. Pero confiriéndole cierto grado de privacidad respecto de la misma: lográndose por medio de una circulación peatonal; y, por medio de la separación de la densa trama urbana a través de una trama que no tiene la densidad de damero que tiene el centro de la ciudad. Es decir, para llegar a la ciudad audiovisual hay que pasar por una serie de tamices. Donde aparecen ecos de la ciudad, ya que hay elementos urbanos pero en menor intensidad, en medio del mar verde que avanza desde la reserva ecológica y los parques de puerto madero. Luego de esa barrera permeable, volver a reconocer la ciudad pero, en este caso, en forma de “ciudad audiovisual” , peatonal. Ciudad que hace referencia-eco de la ciudad que le da sentido por medio del reconocimiento, como sucede con plaza de mayo, de una jerarquía de vacíos. Así pues, es propio de nuestra ciudad un vacío principal que estructura el espacio urbano y que a la vez es estructurado por los edificios que lo rodean y dominan, en este caso, edificios con distintas funciones para desarrollo de actividades audiovisuales y por supuesto, el faro-antena.

 

INTESIDADES: Como sucede con el sonido hay una suecuencia de intensidades pero en este caso de lo urbano. De la intensidad de la ciudad propiamente dicha, paso a una intensidad menor de la misma en la que puedo reconocer notas y silencios representados estos últimos por lo verde y los primeros por edificios contundentes. Para finalmente volver a reconocer la intensidad de la ciudad pero específicamente de la ciudad audiovisual, con un ritmo propio, distinto al de la ciudad propiamente dicha, el ritmo de la ciudad audiovisual peatonal.

SECUENCIAS: Como algo propio de lo audiovisual donde existe un orden, donde coexisten secuencias de sonidos en paralelo a secuencias de imagen donde una u otra cobran mayor protagonismo en pos de un mensaje único.  Es decir, superposición de diversas intensidades de imagen o sonido. Donde dentro de la porpia imagen también hay una secuencia de planos. Pero lo propio de lo audiovisual es que lo que hoy aparece como primer plano en un siguiente acto puede aparecer como fondo. Así como a lo largo del desarrollo de un producto audiovisual puede alterarse la secuencia de objetos en primer o segundo plano; es que puede alterarse el orden de la secuencia y lograr así un producto audiovisual distinto. Esto tiene que ver con la flexibilidad de lo audiovisual y el entendimiento individual, de cada mirada.

Pero tomamos la secuencia, también, como algo propio del oficio portuario del lugar; entendido como una secuencia más rígida donde alterar el orden de los factores no permite obtener ningún producto. Si el barco no llega no puede pasarse a la siguiente etapa: la descarga del barco.

Las características de la secuencia es el paralelismo, en el caso de lo AUDIOVISUAL, como la propia palabra lo indica, la superposición de sonido e imagen que a veces coinciden en intensidad a veces, no, una deja mayor protagonismo a la otra. Generándose así distintos tamices. A su vez, dentro de lo visual, la superposición de planos de imágenes con diversas opacidades, texturas y gramajes. Así como dentro de lo auditivo, la superposición de sonidos de instrumentos de distinta índole (viento, percusión, cuerdas- agudos, graves).